Amanecieron al rock cuando anochecía el siglo: 1994. Aldo Bonzi fue el barrio de partida y la canción, el principio motor de una banda de rock que logró lo que pocas en tiempos efímeros: permanecer. Ser y estar veinte años que se llevaron puestos cinco discos (Buenas noches, ¡Ya!, Santo remedio, Asuntos de familia, La mesa está servida) y uno más en la batalla, el flamante No se lo cuentes a nadie, que la banda estrenará en vivo este viernes a las 19 en Vorterix (Lacroze 3455). “Hay estados en los que se crea y se ven reflejados en las canciones. Y diría que este disco en particular refleja euforia, reflexión, un dejo de melancolía y esa bronca típica del rock”, sintetiza Beto Olguín, compositor, cantante, guitarrista y fundador de esta agrupación suburbana que completan los también históricos Mingo Catanzari en bajo y Julio Medina en teclados, más Fede Esquivel en guitarra, Pablo Tofanari en batería y Tatú en percusión. “Han pasado veinte años, sí; y digamos que aquel origen nos queda lejos en el tiempo... Hemos atravesado y sobrevivido un par de tormentas que, por suerte, no nos alejaron de la esencia”, testimonia Olguín.

Una esencia que, vista a trasluz de sus canciones, se resuelve en un mosaico de aires folklóricos, latinos y cancioneros con el rock como data matriz, y un cúmulo de historias existenciales, sociales, cotidianas que el reciente No se lo cuentes a nadie refrenda más que contradice. Que anida, puntualmente, en una tríada canciones que bien podría reflejar el todo por las partes: “Resaca de Carnaval”, “Festejar” y “Te veo”. “‘Resaca’ la empecé en Brasil, en el morro de San Pablo. Es un término que me encantó de movida, porque ellos luego del Carnaval tienen la ‘resaca’, que es una excusa para seguir la joda unos días más. Resignificaron el término y eso es genial”, cuenta Olguín. “‘Festejar’, por su parte, es un rock básico y fuerte, como debe ser. La frase ‘marineros en un puerto, son dos noches nada más, me voy a quedar despierto y festejar’, más la presencia de Pity Alvarez, cerró perfecto. Y para hacer ‘Te veo’ pensé en Peter Gabriel y en Uruguay, porque tiene melancolía y una frase porfiada: ‘Te veo, te veo hasta con los ojos cerrados’”, redondea este artesano de historias urbanas con destino permanente de canción.