Hoy a las 20 tocará la Sinfónica Nacional, en el Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto y Cabildo). El concierto tendrá entrada gratuita, pero lo más importante es el programa que hará, incluyendo dos obras tan importantes como raramente escuchadas en vivo en Buenos Aires. Dirigida por Darío Domínguez Xodo y con el joven violinista Xavier Inchausti como solista, la orquesta interpretará el Concierto para violín y orquesta Nº 2 BB 117 de Béla Bartók y la Sinfonía Matías el pintor, de Paul Hindemith, una de las piezas más interesantes de la primera mitad del siglo XX. Compuesta en 1934, quien la condujo, Wilhelm Furtwagler, fue, por ese motivo, duramente criticado por el gobierno nazi. La obra, escrita al mismo tiempo que una ópera sobre el mismo tema, se inspira en un tríptico del pintor Matthias Grünewald y fue calificada por los funcionarios del nazismo como “música degenerada”. “Es una obra que yo ya había propuesto en 2011 y que tengo siempre en cuenta desde que la estudié la primera vez”, comenta Domínguez Xodo, ganador de la Selección de Jóvenes Directores del Teatro Argentino de La Plata, donde actualmente ocupa el cargo de director adjunto. Fundador de la Orquesta de Cámara de Tandil y de varias orquestas infantiles y juveniles, es asistente del titular de la Sinfónica, Pedro Ignacio Calderón. “Es de esa clase de obras que cuando se las escucha se las disfruta, pero al estudiarlas gustan cuatro veces más”, dice acerca de la Sinfonía Matías el pintor. “Me fascina la relación entre música y pintura; es decir, cómo describe musicalmente la estética de un pintor renacentista, con ese lenguaje particularísimo de Hindemith. Y me pareció que con Bartók se integraba muy bien.”