El trovador y figura de la canción popular francesa Henri Salvador falleció ayer en París a los 90 años. Salvador tenía una voz inconfundible y su mezcla de ritmos caribeños y brasileños con rock y jazz se impuso durante décadas en la escena musical de Francia. Nacido el 18 de julio de 1917 en Cayenne (Guayana francesa), falleció víctima de un aneurisma en su domicilio parisino. En 2006 había sacado su último álbum, cuyo título, Révérence, era elocuente, y se despidió de los escenarios el pasado diciembre con un concierto en el Palacio de Congresos de París. Fiel exponente de la bohemia francesa, Salvador llevó el rock a París junto al escritor; eran los tiempos en que solía tocar la guitarra en los bares de Montparnasse junto a la figura del jazz Django Reinhardt. Premiado con varios galardones de las “Victorias” de la música francesa y con la Legión de Honor, recibió en 2005 una condecoración brasileña de manos del cantante y ministro de Cultura Gilberto Gil por su contribución a la difusión de la música de Brasil, en particular la bossa nova, con “Dans mon île”. En los ’80 y los ’90, Salvador volvió a la primera escena de la mano del nuevo niño mimado de la canción francesa, Benjamin Biolay, quien junto a Kere Ann le compuso varias canciones.