A tono con los lineamientos recurrentes de su propuesta filosófica, en el flamante libro Después de la muerte de Dios, el filósofo italiano Gianni Vattimo traza junto a John Caputo un mapa de las transformaciones que redefinieron en los últimos años el pensamiento religioso ligado al cristianismo. A través de un formato que combina texto y diálogos, los ensayistas exploran los cambios, distorsiones y reformas que configuran la fe posmoderna y su relación con cuestiones como el terrorismo y el fanatismo, desde la política hasta los medios de comunicación y la cultura en general. Después de la muerte de Dios, recién editado por el sello Paidós, avanza hacia una nueva filosofía de la religión que se presenta como el resultado de la proclamación de la muerte de Dios –un concepto que articula el grueso de la obra de Vattimo desde el inicio de su carrera filosófica–, y propone “una filosofía de la religión sin religión”.

El primer capítulo, escrito por Vattimo, se titula “Hacia un cristianismo no religioso” y comienza con el reconocimiento de la relación entre conocimiento e interés: allí se explica que todo conocimiento requiere perspectiva y que en ésta se encuentra inserto el interés. “No hay experiencia de verdad que no sea interpretativa. Yo no conozco nada que no me interese. Si algo me interesa, es evidente que no lo contemplo de modo desinteresado”, asegura el autor de Más allá de la interpretación, en referencia a un concepto ya trabajado por Martin Heidegger. Es en el interés, que sólo puede pertenecer al sujeto, en donde se produce el cruce con la interpretación no religiosa del cristianismo que el autor propone, pues el cristianismo “realizó el primer ataque contra la metafísica interpretada exclusivamente como objetividad”.

Nacido en Turín en 1936, Vattimo estudió Filosofía en la Universidad de su ciudad natal y posteriormente en la Universidad de Heildelberg. Fue discípulo de Hans-Georg Gadamer y en 1964 comenzó la docencia de estética. Su actividad filosófica está claramente influida por los planteamientos de Nietzsche y Heidegger –autor este último que ha traducido al italiano– y se centra en una revisión del papel de la filosofía en nuestra sociedad y la transformación del pensamiento, de las funciones y efectos sociales del pensamiento en las prácticas cotidianas.

En su libro, Vattimo y Caputo postulan que la muerte de Dios y la secularización han abierto, paradójicamente, un nuevo espacio para la religión. Un espacio, por un lado, invadido inmediatamente por neointegrismos y neomisticismos de masas, pero, por otro, recorrido también por un cristianismo renovado, liberado por fin de hipotecas metafísicas y fundamentalistas.

La carga contra toda rigidez doctrinal, el pensamiento paulino como rescate del hombre, la recuperación de la temporalidad escatológica como posibilidad de futuro, son sólo algunas de las variaciones que, de un capítulo a otro, con una cadencia casi musical, se imbrican en torno del gran tema de la caridad y la atención al otro.