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Sábado, 1 de octubre de 2016

LITERATURA › PAUL FOURNEL Y VALERIE BEAUDOUIN, DE OULIPO, EN EL FILBA

“Las restricciones ayudan a escribir”

El festival convocó al Taller de Literatura Potencial, fundado en 1960, y lugar de expresión de miembros célebres como Georges Perec, Italo Calvino y Marcel Duchamp. Se trata de una suerte de laboratorio creativo, con limitaciones autoimpuestas.

 Por Silvina Friera

El emblema de la experimentación no caduca, aunque sus miembros peinen canas, derrochen pelos o luzcan calvas acicaladas. La clave de la permanencia del Oulipo (Taller de Literatura Potencial), fundado en 1960 por el escritor Raymond Queneau y el matemático François Le Lionnais, con miembros célebres como George Perec, Italo Calvino y Marcel Duchamp, consiste en rastrear, inventar, reinventar o reutilizar un amplio menú de procedimientos creativos, estructuras y limitaciones formales para producir textos que encuentran en esas restricciones una suerte de libertad. Nunca quiso ser un movimiento literario, ni mucho menos una escuela de vanguardia. Este grupo o laboratorio de escritores y matemáticos, unidos por la búsqueda de la literatura potencial, tampoco pretende postular el exhibicionismo del virtuosismo por la mera pirueta lingüística. Quizá una de las mayores fortalezas del grupo –como señala Eduardo Berti, olupiano incorporado en 2012– es que “desacraliza la literatura sin desvalorizarla”. Paul Fournel –segunda generación de oulipianos, secretario definitivamente provisorio desde 2003 y tercer presidente del Oulipo– se presentará hoy a las 17 en el Filba (Festival Internacional de Literatura) junto a Berti y a Damián Tabarovsky en coincidencia con la publicación, por primera vez en español, de un librazo: Ejercicios de Literatura Potencial (Caja Negra), una antología que incluye textos emblemáticos de Perec, Calvino, Le Lionnais, Queneau, Jacques Jouet y Marcel Bénabou, entre otros.

Valérie Beaudouin (1968), oulipiana que ingresó en 2003, intenta explicar la sobrevivencia de Oulipo después de 56 años. “Desde el inicio se estableció un ritual de reuniones regulares y la escritura de informes que han contribuido a generar una especie de archivo común que se va amplificando con los años”, subraya Beaudouin, profesora de Ciencias Sociales en la escuela de ingeniería Telecom Paris Tech que investiga el potencial de los ordenadores para analizar textos y que apela a los métodos estadístico textuales para el análisis del ritmo del verso alejandrino francés. “El Oulipo siempre consiguió incorporar miembros jóvenes de orígenes diversos para renovar el grupo –añade Fournel en la entrevista con Página/12–. El grupo va envejeciendo, pero al mismo tiempo cambia. Tenemos ahora una actividad pública mucho más abierta que la que teníamos al principio, cuando éramos un grupo más secreto. A nuestro trabajo inicial de creación, le hemos agregado otro tipo de actividades como las lecturas públicas y los talleres de escrituras como los que hemos hecho aquí en el Filba”. Narrador, poeta, autor dramático nacido en 1947, Fournel pondera la exploración de las restricciones, terreno predilecto de Perec, que produjo alguna de sus obras novelescas o poéticas a partir de los efectos de la presencia, ausencia o repetición de letras. “Las restricciones ayudan a escribir y nos pareció que se podían hacer talleres que no estén dirigidos a escritores. Nuestra idea no es fabricar escritores, sino lectores. Los talleres los hacemos con dos o más personas del Oulipo que trabajan juntas. Esa animación conjunta es un momento de cooperación y creatividad colectiva. Después de la escritura automática del surrealismo era interesante invertir el vapor para experimentar formas de escritura más restrictivas”.

La ironía no es monopolio oulipiano, pero está en el ADN del “Segundo Manifiesto” de Le Lionnais, uno de los fundadores. “Uno podría preguntarse qué sucedería si el Oulipo no existiera o si desapareciera súbitamente. En el corto plazo, lo lamentaríamos. En el largo plazo, las cosas regresarían a su orden, la humanidad terminaría por encontrar, a tientas, eso que el Oulipo se esfuerza por promover conscientemente. Se produciría una cierta demora en el destino de la civilización, demora que estimamos es nuestro deber reducir lo máximo posible”. Los oulipianos han revisado formas antiguas de la poesía, como lo viene haciendo Jacques Roubaud en el campo de batalla del soneto. “La poesía es central en el trabajo de Oulipo, tanto las formas modernas como la reutilización de formas antiguas que vamos a buscar en el pasado para darles nuevas existencias. Entre las formas modernas podemos hablar de la llamada ‘moral elemental’, que fue inventada por Queneau en 1975, muy utilizada por muchos miembros, pero además por poetas que no pertenecen al grupo”, plantea Fournel. Un ejemplo de reutilización que aporta Beaudouin es la sextina, “poema de seis estrofas de seis versos, una forma que inventada en la Edad Media por Arnaut Daniel, que dio lugar a la proliferación de queninas, poemas de n estrofas de n versos”. En el texto de Jacques Ben, incluido en la antología de Caja Negra, se menciona a una suerte de ancestros de la literatura potencial en la que se incluyen autores como Gustave Flaubert, Alfred Jarry, Marcel Proust y William Faulkner. Fournel incluiría también a poetas del movimiento de poesía científica del siglo XVI, parte del teatro clásico del siglo XVII y, entre la poesía del siglo XIX, a Stéphane Mallarmé.

Berti, que ingresó en 2014, en uno de los textos introductorios de la antología, fundamenta lo que más le gusta del grupo. “Del Oulipo me gusta su antiacademicismo y su curiosidad por todo: curiosidad por el pasado y por los ‘plagiarios por anticipación’, precursores en los juegos de palabras y en las formas nuevas; curiosidad por lo que ocurre ahora mismo; curiosidad, ante todo, por lo posible. Por lo potencial. Tal vez allí resida una de las claves de la salud del grupo: pensar en formas nuevas, aún no existentes, pensar en formas posibles obliga, por definición, a dar vuelta la página, a no contentarse con lo ya andado, aun cuando esto haya sido, hasta el presente, una fascinante aventura”.

* El Oulipo se presenta hoy a las 17 en el auditorio de la Abadía (Gorostiaga 1908).

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“Nuestra idea no es fabricar escritores, sino lectores”, coinciden Fournel y Beaudouin.
Imagen: Carolina Camps
 
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