El domingo murió el cineasta Santiago Carlos Oves, a los 68 años, luego de una prolongada internación. Nacido el 14 de septiembre de 1941, Oves fue dramaturgo antes que director de cine, específicamente durante los ’70. De aquella etapa se recuerda la obra La toma y sus vínculos con Norman Briski y el grupo Octubre. Casi finalizando esa década, en 1979, inició su actividad en el cine como asistente de dirección: Las travesuras de Cepillo (1978), Pubis angelical (1982), El desquite (1983), En retirada (1984), Los días de junio (1985), La búsqueda (1985) y De amor y de sombra (1995). Posteriormente, fue guionista de Evita (quien quiera oír que oiga), Sol de otoño y El faro, de su amigo Eduardo Mignogna.

Oves también fue guionista de sus siete largometrajes. Su debut como director se produjo en 1987 con Revancha de un amigo, que contó con la participación de actores de renombre como Ricardo Darín, Rodolfo Ranni, Juan Leyrado y Lorenzo Quinteros. Recién ocho años después realizó su opus dos, El verso, con Luis Brandoni, Virginia Lago y Hugo Arana, sobre un hombre que, ante la pérdida de su trabajo, decide subirse a los colectivos a chamuyar como afilador de cuchillos..., pero cuando la mujer lo abandona, se da cuenta de que su sueño es convertirse en locutor de radio.

Dos años más tarde, Oves dirigió Asesinato a distancia, nuevamente con grandes nombres como Héctor Alterio y Patricio Contreras, que focalizaba sobre un hombre adinerado que, ante la muerte de su hijo, contrata a un investigador privado. En 2000 dirigió Gallito ciego, con actuaciones de Gustavo Garzón, Rodrigo de la Serna, Aída Luz y Erica Rivas. Conversaciones con mamá (2004), en tanto, contó con un elenco encabezado por China Zorrilla, Ulises Dumont y Eduardo Blanco y reflejaba la historia de un hombre que, ante la crisis económica, decide poner en venta la casa donde vive su anciana madre, pero no le resultará tan fácil. Finalmente, en 2009 estrenó su último largometraje, Fantasmas de la noche.