La red de redes no sólo modificó la manera de comunicarse entre las personas y el acceso a la información, sino que también permitió que aquellos que tienen creatividad pudieran encontrar un espacio para difundir su labor. Así nació, como tantos otros proyectos, la serie El vagoneta que, según sus autores, fue vista en la web por más de dos millones de internautas. El éxito impulsó al mentor del proyecto, Maximiliano Gutiérrez, a pegar el salto a la pantalla grande. El film El vagoneta, entonces, es una ficción sobre cuatro amigos que tienen “el sueño” de no trabajar más. Gutiérrez comenta que la idea de la serie “fue encontrar un espacio para generar ficción independiente”. “No teníamos espacio y lo encontramos en Internet.” Y que ahora, “empujados por la buena recepción de la gente, nos entusiasmó la idea de que el proyecto creciera un poquito más y saliera de la web”.

El film presenta la historia de cuatro amigos del barrio de Saavedra a los que, para conseguir dinero y no tener que trabajar, se les ocurre instalar un cartel de publicidad en la terraza de la casa de uno de ellos. Pero el tiempo pasa y el sponsor no aparece. Esperan un tiempo más que prudencial: cinco años. Y sin novedades. Hasta que un día deciden involucrarse en el mundo del cine para ver si consiguen una publicidad, y viajan al Festival de Mar del Plata para convencer al productor de la película Un tanque que el cartel de Saavedra es el lugar idóneo para encontrar futuros espectadores. Esta comedia tiene varios cameos, entre ellos los de Guillermo Francella, Gastón Pauls, Gabriel “El Puma” Goity, Axel Kuschevatzky y Pocho La Pantera, entre otros. “Buscamos mantener el mismo lenguaje visual y narrativo y la idea de los cameos y las participaciones, pero lo subimos a una forma de trama convencional”, explica Gutiérrez sobre las coincidencias entre el film y la serie.

–¿Para usted la película tiene lenguaje cinematográfico, de Internet o una combinación de ambos?

–Es una combinación de ambos. Es una adaptación muy fiel de la serie, pero con momentos cinematográficos clásicos. Entramos en distintos momentos cinematográficos: el terror y el suspenso de George Romero, el spaghetti western de Sergio Leone... Hay distintos momentos cinematográficos, que son citas.

–¿Es una película que reflexiona irónicamente sobre el sentido del ocio?

–Reflexiona irónicamente sobre el sentido de la industria del cine, de la desesperación por el tanque, el miedo al tanque y la necesidad de tener un tanque. Tenemos una gran película, con muy buenas participaciones, un núcleo de artistas súper mainstream porque están Francella, Goity, Silvina Luna, y hay músicos como Manuel Wirtz y el grupo Karamelo Santo. Sin embargo, uno camina por cualquiera de las avenidas y ve que está todo empapelado con las películas tanque. Hoy, la expectativa está puesta en los tanques. Y El vagoneta ironiza sobre eso.

–O sea que es una película que, de algún modo, se inscribe en la coyuntura del problema de la exhibición.

–Exactamente.

–¿Y también plantea, en tono de comedia, la creatividad al servicio de la vagancia o del no hacer nada?

–No, hay una idea que tiene que ver más con el ingenio para conseguir recursos. No sé si tiene que ver con la vagancia. Tiene que ver con los valores, con la amistad, con el amor y, sobre todo, con la realidad y la fantasía. Está un poco basada en la idea de la utopía y del idealismo. Hay que saber que cada vez te vas acercando a la utopía, las partículas de la utopía se van perdiendo. La película trata de eso, de acercarse a la realidad y de disfrutar el presente.

–¿Qué cree que es lo que gustó de la serie y qué imagina que puede llegar a gustar de la película?

–La identificación. Todos somos un poco los personajes que están en la serie. Intentamos conservar los afectos, sobrevivir de una manera ingeniosa, relacionarnos y sobre todo conservar las ilusiones y la utopía.

–¿Cómo fue el trabajo de recrear los personajes en otro formato?

–Fue bastante simple, porque los personajes tienen una profundidad lograda a partir de cinco años de trabajo. Los personajes viven y piensan casi por sí mismos. La trama tiene un buen disparador y, a partir de eso, los personajes se acomodaron bastante bien. Hubo que darles un orden y un sentido, pero todos trabajamos en equipo. Fue bastante sencillo.

–¿Apuntan al público que vio la serie o a espectadores que no la conocen?

–Apuntamos a espectadores que no la conocen. Creo que es un buen momento para encontrarse con una comedia de este tipo. Tiene buenas intenciones y puede generar una gran identificación de la gente. Este momento, en el que todos estamos tratando de encontrar referencias e identificarnos con algo, es ideal para la película El vagoneta. Si tenemos un poco de suerte y nos acompaña el público, no tengo duda de que la película puede generar buena aceptación.

–¿Es una película para jóvenes?

–Sí, pero también para grandes, porque los conflictos y el lenguaje apuntan a lo tradicional. No tiene un corte moderno. Si bien la película parte desde un medio y un formato vanguardistas, es súper clásica. Tiene el corte y los tiempos de una película de los años ’70 u ’80.

–Una pregunta obligada es si tienen pensado fomentar la descarga del largometraje en la web.

–Sí, también intentamos encontrar un camino en esto de bajarse películas por Internet. Nos tocó ser parte de todo ese universo de ficción web y justamente estamos en el proceso de poder formalizarlo y hacerlo por vía legal para que la gente pueda bajar la película de forma gratuita.