Jueves, 18 de abril de 2013 | Hoy
CINE › COMPETENCIA INTERNACIONAL
Por Diego Brodersen
De Chile... ¿con amor? Más bien con bastante furia. Soy mucho mejor que vos..., segundo largo de Che Sandoval luego de Te creís la más linda (pero erís la más puta) –exhibida en el Bafici 2010–, fue uno de los dos últimos largometrajes presentados en la competencia oficial internacional del festival porteño. La relación con su ópera prima es directa, ya que el protagonista del segundo opus de Sandoval, Cristóbal, era un personaje secundario en aquella. No se trata de una secuela, de todas formas, al menos en un sentido literal, aunque ambos films compartan cierta mirada poco benévola sobre la sociedad chilena y la obsesión de sus personajes por el sexo, ya sea éste entendido como superficie de placer o simple exposición oral de deseos y angustias. Oralidad. Se habla y mucho (y en chileno: el realizador opta por un modo de expresión bien coloquial como marca de estilo) y el sexo nunca llega, o queda a mitad de camino. Cristóbal (Sebastián Brahm) es una criatura débil, golpeada, orgullosa y asfixiada, sensible a pesar de la obcecada simulación en sentido contrario.
Soy mucho mejor que vos... encuentra a su protagonista a punto de implotar. Su mujer acaba de abandonarlo, viajando de Santiago a Barcelona, y sus hijos la seguirán en breve; la quimera de una pyme propia está a punto de desaparecer por el peso de la realidad y los cuarenta se acercan irremediablemente. La respuesta reflejo de Cristóbal, como en un Después de hora latinoamericano del siglo XXI, es atravesar la noche tomando (alcohol, también un poco de cocaína, si pinta) y tratando de levantarse a cuanta mina se le cruza por delante. Si la promesa de sexo comienza usualmente con una agresión, termina definitivamente en eso. Agresión verbal que parece contaminar todas y cada una de las relaciones con los personajes que se cruzan en su camino. Acido y dueño de un humor oscuro y pesimista, por momentos Sandoval fuerza un poco el tono de misantropía del film: no hay aquí un solo personaje que demuestre algo parecido a un sentimiento humanista. Pero también es cierto que, lejos de la misoginia que algunos querrán ver en el film, aflora una mirada descarnada de las zonas erróneas del típico macho latino.
Si el film chileno hace de la masculinidad un sinónimo del término crisis, las chicas de la francesa Les coquillettes (foto) parece disfrutar de su condición femenina sin demasiados complejos. En su primer largometraje, La vie au ranch, la realizadora Sophie Letourneur había demostrado tener un ojo atento y preciso en la descripción de las nuevas generaciones de jóvenes parisinos. Pero poco o nada de ello parece haber sobrevivido en este segundo esfuerzo, que tiene un particular origen. Les coquillettes fue rodada en parte durante una de las últimas ediciones del Festival de Cine de Locarno, en el sur de Suiza (hay cameos de su ex director, Olivier Père, y de su actual jefe de programación, el crítico Mark Peranson, entre otros) cuando la realizadora se encontraba allí presentando un cortometraje. El resto de la película fue completado meses más tarde, en Francia, redondeando una duración de 75 minutos que, más allá del avance del reloj, se siente algo “estirada”.
Tres amigas francesas, una de ellas interpretada por la misma Letourneur (poco importa si se interpreta a ella misma o es una suerte de alter ego de la realizadora), viajan al festival con la excusa del estreno del corto de una de ellas. Pero, en realidad, el viaje parece tener como objetivo pasarla bien en las fiestas que ofrece el evento: beber, bailar, besar y/o acostarse con algún caballero y, eventualmente, asistir a alguna proyección cinematográfica. Más allá de este interesante y original punto de partida, Les coquillettes está más cerca del capricho –o de alguna clase de exorcismo demasiado personal– que de un film en alguna de sus múltiples acepciones, y no logra nunca ser fresca o atractiva, apenas superficial. Si la sinopsis prometía una mirada interesante, de insider sobre el mundo de los festivales de cine –interesante al menos para sus habitués–, la película es sometida y vencida por la fuerza de su propia frivolidad.
* Soy mucho mejor que vos... se exhibe hoy a las 23.15 en el Village Caballito 7 y el sábado 20 a las 15.10 en ArteMultiplex Belgrano 3.
* Les coquillettes se exhibe hoy a las 23.05 en ArteMultiplex Belgrano 3 y el sábado 20 a las 17.50 en el Village Caballito 4.
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