Los amantes del cine animado atraviesan un buen momento. Apenas una semana después de que una película de esa disciplina (Metegol) se convirtió en el estreno más exitoso de un film argentino en la historia, llega un festival con 14 largometrajes, 12 programas de cortos y talleres gratuitos. Se trata del Bafici Animado “colección invierno”, que comienza hoy y se extenderá hasta el domingo en el Centro Cultural General San Martín (Paraná y Sarmiento). Esta versión “especializada” del festival de cine independiente porteño tendrá dos grandes secciones, una para adultos y otra para niños.

En el Baficito Animado podrán verse algunas películas ya proyectadas durante el Bafici, en abril, como Rodencia y el diente de la princesa (una simpática aventura argentino-peruana), que se llevó el premio del público para su sección, y la uruguaya AninA, de Alfredo Soderguit, que en la misma edición se llevó el premio del público a Mejor Película Extranjera. Ambas son imperdibles. La primera por su gran sentido de la aventura y la construcción inteligente de su argumento, la segunda por su sensibilidad y su aporte valioso a un cine para chicos de calidad. En líneas similares y en el camino del último Baficito también volverán a las pantallas porteñas las desventuras del “flojito” escandinavo Jelly T y la poética Moon man, de andar pausado y planos líricos.

En lo que a animación para adultos se refiere, imposible soslayar El gato del rabino, basada en la serie de bande-dessinées homónimas de Joann Sfar, quien se hace cargo de la adaptación junto a Antoine Delesvaux. La cinta llega con un pergamino inmejorable: el premio Cristal, que recibió en la edición 2011 del Festival de Animación de Annecy, el más importante del mundo en su tipo, como mejor largometraje. Esta película sigue la vida de un rabino judío en Argelia a comienzos del siglo XX y su relación con un gato parlante. Suerte de comedia con debate teológico, el relato de Sfar recorre hitos, prejuicios y virtudes de las complejas relaciones entre hombres de fe arraigada sin jamás dejar de entretener y ofrecer risas al espectador.

Habrá más animación europea con Nono, el pibe gambeta, del holandés Vincent Bal (una de detectives); O apostolo, del español Fernando Cortizo (terror gótico a fuerza de stop-motion); la alemana Víctor y el secreto de la mansión de los cocodrilos, de Cyrill Boss y Philipp Stennert (para chicos con buen estómago, pues está más cerca de Edward Gorey que de Tim Burton); la francesa El día de los cuervos, de Jean-Christophe Dessaint (suerte de relato tarzanesco con múltiples influencias). Del Viejo Continente llegan también las mentadas Moon Man (Stephan Schesch, coproducción germano-franco-irlandesa) y Jelly T (Michael Hegner, Dinamarca).

Los que prefieran la animación japonesa y estén acostumbrados a comulgar con el animé tienen sobrados motivos para festejar, pues este festival invernal trae no una, sino tres de las nuevas películas de Evangelion, el clásico de Hideaki Anno. Robots enormes, un trasfondo tecnócrata y posapocalíptico, alusiones bíblicas, melodrama y la influencia insoslayable de la mejor tradición de ciencia ficción: un combo irresistible. Anno retomó la serie original (Neon Genesis Evangelion), pero como películas. Hasta el momento lanzó tres y todas se verán en Buenos Aires: 1.11 You are (not) alone, 2.22 You can (not) advance y 3.33 You can (not) redo.

La serie de largos se completa con El Santos vs. La Tetona Mendoza, un film imposible que mezcla toda la tradición de la lucha libre y los hombres enmascarados con cuanto elemento pueda imaginarse, desde burdeles hasta zombis. La dirige Alejandro Lozano Adame y es, obvia e inevitablemente, de México. Finalmente, hay que sumar una última cinta proveniente de Sudáfrica, Zambezia. Se trata de una animación, advierten los curadores de este Bafici de temporada, más cerca del Disney clásico que de los estudios en boga de estos años.

Entre los programas de cortos conviene destacar Dentadura prodigiosa (una selección de FilmClub y el British Council), los Cortos I-Sat, los Cortos Baficito (para chicos, claro), el festivo brasileño Só para baixinhos, el bizarrismo de Basuritas, Argentuns (una selección de cortos locales) y Adventure Time: grandes éxitos, ese secreto guardado a la vista de todos que encanta a niños y engolosina secretamente a los adultos por su espíritu lisérgico.

Los talleres del festival son tres. En uno, Juan José Campanella contará cómo creó a los personajes de Metegol. En otro, Gonzalo Speranza y Esteban Echeverría explicarán cómo es el proceso de crear una película en tres dimensiones y, finalmente, Juan Manuel Domínguez usará de excusa el inminente estreno de Star Trek 2: en la oscuridad para hablar acerca de la técnica imposible de esquivar en el cine contemporáneo: el CGI. Los talleres son gratuitos, pero tienen cupo limitado y exigen inscripción previa en el mismo lugar donde se encuentra la programación: http://buenosaires.gob.ar/festivales/. Las entradas para los largos y los cortometrajes se consiguen en el CCGSM.