En algunas disquerías de Buenos Aires (Corrientes entre Scalabrini Ortiz y Malabia, en esa misma avenida entre Rodríguez Peña y Montevideo) han aparecido unas cajitas, importadas por Warner, que juntan cinco discos históricos a muy buen precio (alrededor de 120 pesos). La colección se llama Original Album Series y las cubiertas de cada uno de los CD son la reproducción en miniatura de los vinilos originales, sin ninguna clase de información –o por lo menos no de en un tamaño legible–, por lo que ésta debe ser buscada en Internet. Pero la calidad del material y el precio las hace sumamente recomendables. Entre las imperdibles, sobre todo porque contienen material inhallable en otros formatos, están las que reúnen los discos más importantes para Atlantic de Aretha Franklin, los de Otis Redding y de Wilson Pickett. También vale la pena prestarles atención a las dedicadas a Warren Zevon, Elvis Costello y Randy Newman. Y, en el campo de la música brasileña, conviene no descuidar las dedicadas a Jobim (cinco de sus discos realizados en los Estados Unidos), Elis Regina (incluye Essa mulher, el doble en vivo Saudades do Brazil Elis por Ela y Elis vive), Gilberto Gil (sus tres discos conceptuales de fines de los ‘70, Refazenda, Refavela y Realce, más Raça humana, de 1984 y Kaya N’gan Daya, 2002) y Milton Nascimento, que agrupa Angelus, Amigo, Nascimento –esa perla con arreglos de Hugo Fattoruso donde se incluye una antológica “Biromes y servilletas” de Masliah–, Tambores de Minas y Pietá.