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Miércoles, 14 de mayo de 2014

CINE › EMPIEZA HOY LA 67ª EDICIóN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CANNES

Palmas para la presencia argentina

Casi no hay sección de la muestra donde la producción local no esté representada, desde la competencia oficial hasta las muestras paralelas, pasando por los jurados y el Marché du film.

 Por Luciano Monteagudo

Desde Cannes

Nunca el cine argentino tuvo antes una presencia tan importante, diversa y numerosa en el Festival de Cannes, el principal encuentro cinematográfico mundial, cuya edición número 67 empieza esta noche en la riviera francesa y concluirá la noche del sábado 24 con la entrega de premios. Casi no hay sección del festival donde la producción local no esté representada, desde la competencia oficial hasta las muestras paralelas, pasando por los jurados y el Marché du film, lo que da un indicio del buen momento que está atravesando el cine argentino. Es la única cinematografía de América latina presente este año en la Croisette.

En primer lugar, Relatos salvajes, tercer largometraje de Damián Szifrón, será uno de los 19 títulos que aspiran a la célebre Palma de Oro de la competencia oficial, en pie de igualdad con los nuevos films de grandes realizadores de todo el mundo, como el francés Jean-Luc Godard, los belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne, los británicos Ken Loach y Mike Leigh y el canadiense David Cronenberg, entre otros directores consagrados (ver aparte). Estructurada en seis episodios autónomos, el nuevo film del director de El fondo del mar (2003) y Tiempo de valientes (2005) tiene un elenco multiestelar, encabezado por Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Oscar Martínez y Erica Rivas, quienes ya han confirmado su presencia aquí en Cannes, para subir las célebres escalinatas que conducen al imponente Grand Théâtre Lumière del Palais des Festivals.

Eso será nada menos que en la función más cotizada de toda la muestra, la de la noche del primer sábado del festival, de aquí a tres días apenas, cuando Cannes alcanza su apogeo, con la totalidad de acreditados de la prensa, el mercado y la industria trajinando la célebre promenade de Croisette, el elegante boulevard marítimo de Cannes que se extiende frente al Mediterráneo. En esa función también estarán los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, productores asociados de Relatos salvajes a través de su compañía El Deseo, que se sumó al proyecto argentino de Hugo Sigman y Matías Mosteirín, de la productora Kramer & Sigman.

En un comunicado de prensa emitido por la multinacional Warner-Fox, que distribuirá Relatos salvajes en la Argentina (el estreno local recién está previsto para agosto, cuando haya concluido el Mundial de Fútbol), Pedro Almodóvar –que también había respaldado los dos largometrajes de Lucrecia Martel que participaron del concurso de Cannes, La niña santa (2003) y La mujer sin cabeza (2008)– declaró que “desde Tiempo de valientes teníamos interés de trabajar con Szifrón y por fin ha podido ser. Es una gran noticia que el Festival de Cannes haya seleccionado su película Relatos salvajes para la competición. Voy con la misma ilusión y curiosidad, pero con menos nervios, que si fuera una película dirigida por mí”.

En apariencia inactivo desde hace casi nueve años, el guionista y realizador de las populares series de TV Los simuladores (2002) y Hermanos & detectives (2006) reaparece ahora con su tercera película en competencia oficial en Cannes y anuncia que, después de Relatos salvajes, planifica los rodajes consecutivos de tres proyectos escritos entre 2008 y 2011: La pareja perfecta, una comedia romántica; El extranjero, una ambiciosa historia de ciencia ficción, y Little Bee, un western hablado en inglés.

Por su parte, con Jauja, Lisandro Alonso se presenta por quinta vez consecutiva en el Festival de Cannes. Debutó con su primer film, La libertad (2001), en Un Certain Regard y sus tres títulos siguientes –Los muertos (2004), Fantasma (2006) y Liverpool (2008)– fueron parte de la Quincena de los Realizadores, la sección paralela más prestigiosa. La película con la que ahora regresa a la sección oficial –en competencia en Una Cierta Mirada– marca a priori un cambio importante en el cine de Alonso, que por primera vez hace un film de época, trabaja con actores profesionales (Viggo Mortensen, la danesa Ghita Norby, el local Esteban Bigliardi, todos presentes en Cannes) y escribe el guión con un colaborador (el poeta y novelista Fabián Casas, que también fatigará la Croisette). La fotografía es del finlandés Timo Salminen, colaborador habitual de Aki Kaurismaki, y la producción es del propio Alonso, asociado a Mortensen y a Mantarraya, la compañía del mexicano Carlos Reygadas, otro habitué de Cannes.

“Es la historia de un tipo que está con su hija en un lugar desértico, alejado de la civilización. O donde se está intentando producir una civilización, es algo muy impreciso”, describió el guionista Fabián Casas en una entrevista de octubre pasado en Página/12. “Un extranjero en un país salvaje. Su hija se escapa y él tiene que salir a buscarla. Esa búsqueda produce una suerte de mutación en su personalidad, entre otras cosas.” Según Alonso, “la película misma muta. Mutan los tiempos, el idioma, el vestuario, el clima. Para algunos será algo caprichoso, pero creo que hay un elemento aglutinador que acompaña todos esos cambios”.

También en la sección oficial, pero fuera de concurso, estará El ardor, tercer largometraje de Pablo Fendrik, que ya había llamado la atención en Cannes, en la Semaine de la Critique, con sus dos films anteriores, El asaltante (2007) y La sangre brota (2008). Ahora Fendrik vuelve con una coproducción internacional rodada en plena selva misionera, una suerte de neowestern subtropical protagonizado por el mexicano Gael García Bernal y la brasileña Alice Braga. El proyecto de El ardor ya había sido seleccionado por el Atélier de la Cinéfondation del Festival de Cannes cuatro años atrás y cuenta con el apoyo del Berlin Coproduction Market, lo que ayudó a reunir a un conglomerado de productores integrado por Magma Cine, Aleph Media y Telefe (Argentina), Participant Media (Estados Unidos), Canana (México), Bananeira Filmes (Brasil) y Manny Films (Francia). En Cannes, Fendrik estará acompañado por García Bernal, que integra el jurado de la competencia oficial presidido por la realizadora neocelandesa Jane Campion.

A su vez, Diego Lerman vuelve a presentarse en la Quincena de los Realizadores. El director de Tan de repente (2002) ya había estado aquí con La mirada invisible (2010) y ahora regresa con Refugiado, una road movie con una madre y su pequeño hijo (Julieta Díaz, Sebastián Molinaro) que huyen de un padre violento. “Es cercana a Tan de repente, aunque tenga otro tono, porque la sensación de viaje inesperado e impredecible me atrajo nuevamente”, declaró Lerman al sitio especializado otroscines.com. “Tiene el espíritu de mi ópera prima, si bien ésta fue realizada con más recursos, con un equipo guerrero, pero a la vez experimentado y con un manejo de la producción y de la dirección aprendido a lo largo de diez años.”

Como si todo esto fuera poco, Pablo Trapero, un auténtico favorito del Festival de Cannes, donde estuvo con El bonaerense (2002), Leonera (2008, en competencia oficial), Carancho (2010), Elefante blanco y el film en episodios 7 días en La Habana (ambas de 2012), es nada menos que presidente del jurado de la sección oficial Una Cierta Mirada, un puesto que en ediciones anteriores ocuparon Emir Kusturica, Tim Roth y Thomas Vinterberg, entre otras reconocidas figuras del cine internacional. No será el único argentino con esa responsabilidad. El director de Las acacias (Cámara de Oro en Cannes 2011), Pablo Giorgelli, será jurado de la competencia de cortos en la Semana de la Crítica, mientras presenta el guión de Invisible en L’Atelier, la sección del festival para el desarrollo de proyectos, donde estará acompañado de sus productores Ariel Rotter y Juan Pablo Gugliotta. “De día seré director y productor, y de noche jurado”, admite Giorgelli.

¿Y en el mercado? En el Pabellón Internacional, el dinámico stand del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, siempre a cargo de Bernardo Bergeret, estará apoyando no sólo los films argentinos en la sección oficial y en la Quinzaine, sino también a dos títulos del género fantástico surgidos de la llamada “Blood Window” del puesto del Incaa: Naturaleza muerta, de Gabriel Grieco, y El día trajo la oscuridad, de Martín De Salvo, que tendrán sendas funciones especiales para los amantes del cine bizarro. Y last but not least, el Buenos Aires Lab (BAL) del Bafici presentará en el Marché du Film su selección “BAL goes to Cannes”, que integran las películas argentinas La princesa de Francia, de Matías Piñero, con producción de Melanie Schapiro, y Lulez, de Luis Ortega y producción de Ignacio Sarchi, ambos títulos en estado aún de desarrollo. Para celebrar esa presencia porteña, la noche del 20 de mayo habrá una Latin American Party en la Plage des Palmes con música a cargo del DJ Panox (Bafici Director). ¿Qué promete la invitación? “We will make you dance!”

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CANNES
Con Jauja, Lisandro Alonso ratifica su presencia en Cannes.
 
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