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Se sabe que Rod Stewart, icono del rhythm’n’ blues en los ’70 y del pop en los primeros ’80, es un gran fan de los clásicos populares de los Estados Unidos. Y lo es mucho más después de haber vendido 15 millones de unidades de sus tres The great american songbook. Sony/BMG tomó debida cuenta de ello y publicó Thanks for the memory..., el cuarto volumen de la saga; una saga que amenaza con ser interminable, a juzgar por la generosidad del catálogo americano y por la manifiesta incapacidad de Rod para decir “No”. Reposicionado como clásico, el cantante escocés se siente autorizado para interpretar cualquier cosa, porque tiene el oficio para hacerlo. Casi de taquito –aunque el acompañamiento de una pomposa orquesta pretenda mostrar que el asunto va muy en serio–, canta I’ve got a crush on you con Diana Ross, se le anima a My funny Valentine, llama a su amigo Elton John para que lo ayude en Makin’ Whoopee y se junta con Chaka Khan para versionar You send me. de Sam Cooke.