Carlos Santana es, qué duda cabe, uno de los grandes guitarristas de la historia del rock. Uno de los más personales y, también, uno de esos músicos que han sabido atravesar las épocas con dignidad, más allá de algunos tropezones juveniles. Tanto Abraxas como Supernatural –muy distintos entre sí– son ejemplos de ese umbral alto de calidad. En el flamante Guitar heaven. The greatest guitar classics of all time, el guitarrista se presenta como el Gran intérprete de la Gran historia del rock y en esa ambición pierde algo de su sello personal. Muchos de los temas elegidos pertenecen al olimpo del imaginario rockero: desde “Whole lotta love” hasta “Sunshine of your love”, pasando por “Back in black”, “Little wing” y “Smoke on the water”. Pero ocurre que en cada interpretación, Santana debe “reemplazar” nada menos que a Jimmy Page, Eric Clapton, Angus Young, Jimi Hendrix y Ritchie Blackmore. Ayudado por cantantes invitados (Chris Cornell, Scott Weiland, Joe Cocker, entre otros), Santana no logra, no obstante, aportarles novedad a estos clásicos (más allá del sugerente tono hip-hop de “Back in black”). Ahora, lo que es tocar, toca todo como los dioses a los que invoca este Guitar heaven.