Es conocida la naturaleza prolífica de Luis Salinas. Y su propensión a los “excesos” (cualquiera que haya disfrutado de sus shows de varias horas puede atestiguarlo). Acaba de incurrir en otra de sus tentaciones: querer abarcarlo todo. La diferencia con otros músicos que manifiestan similares inquietudes megalómanas es que Salinas tiene con qué. La flamante serie de CD Clásicos de música argentina y algo más es, acaso, la mejor síntesis (sí, una síntesis, aunque parezca contradictorio tratándose de cinco discos) de la música popular de este país interpretada con guitarra. Solo Guitarra, Tango, Folklore I, Folklore II y Bonus son los títulos de los álbumes, que registran un total de 74 temas. A través de estos trabajos, Salinas recorre un repertorio de clásicos inolvidables de la música nacional. Pero lo hace siguiendo sus propios impulsos estéticos y emocionales, otorgándoles a esas canciones (muchas de ellas canónicas, desde “El choclo” y “Desde el alma” hasta “La pomeña” y “Tonada del viejo amor”, pasando por “Viene clareando” y “Zamba de Lozano”, entre tantas otras) un sello personal, transferible sólo a través de la sensibilidad en común con su público. Salinas convocó para estas grabaciones a Horacio Avilano en guitarra, al pianista Javier Lozano, quien participó también en sus últimos discos, y al percusionista Alejandro Tula. A partir del 21 de junio presentará estos discos en el ND Ateneo (Paraguay 918).