“Britney Spears no decepcionó: estuvo horrible.” Con esa frase demoledora, el diario New York Times puso blanco sobre negro la impresión que dejó la cantante pop en su regreso a escena, el domingo en la entrega de los premios MTV en el Hotel Casino Palmas de Las Vegas. A diferencia del beso con Madonna en la edición de 2003, esta vez Britney se mostró errática, tropezando en el escenario, con dificultades para seguir el playback, obsesionada por su peluca rubia y con un atuendo de corpiño y minishort de lentejuelas que denunció los kilos ganados en los últimos tiempos. Su performance de “Gimme more” no ayudará a mejorar las ventas de su nuevo disco, que apenas llegó al puesto 134 de las listas de Billboard. El artista más premiado fue Justin Timberlake, ex novio de Britney, con cuatro estatuillas.