A tono con el prestigio que Aptra pierde cada año, la transmisión de la 38ª entrega de los Martín Fierro promedió en América 19,5 puntos de rating, uno de los registros más bajos de su historia. Pese a haber contado con todas las figuras televisivas, algo que no ocurría desde hace mucho tiempo, el bajo rating del miércoles demuestra que la fiesta del Martín Fierro, así planteada, ya no desvela al público. En tres años, la transmisión de la premiación perdió el 50 por ciento de audiencia: de los 38,5 que obtuvo en 2005, pasó a los 37,7 al año siguiente y cayó a los 19 del año pasado. Clara señal de que al sintonizar una entrega de premios, los televidentes privilegian la seriedad a la impostura del glamour.