Los problemas con Sabato
¿Por qué fue conflictiva su relación con Sabato?
–Lo conocí cuando era muy joven y él podía ser mi abuelo. Hace no muchos años, diez o doce, la editorial le pidió que fuera a la presentación de Fiat lux y él dijo que no iba a lugares públicos, pero me mandó una nota extrañísima: “Bienvenido, Julio, al mundo de los ofendidos y humillados”. Después me mandó una carta de 22 páginas donde hablaba de él. Otra vez me dijo que quería ser amigo mío, y me llamaba a las seis de la mañana porque se levantaba o se levanta muy temprano. Yo le tenía mucho aprecio a su mujer, y una vez me mandó otra carta en donde decía que estaba muy ofendido conmigo porque no le había preguntado por la salud de Matilde, y yo siempre le preguntaba por ella. Le contesté que me dejara de joder, y me llamó y se disculpó, pero a partir de ese momento las relaciones se enfriaron. Además, a mí no me interesa Sabato como escritor.