He pertenecido a las primeras comisiones directivas de Abuelas de Plaza de Mayo y mi nieta, Paula Logares, es la primera niña recuperada, el 13 de diciembre de 1983, mediante los análisis inmuno-genéticos, llamados “Indice de Abuelidad”.
La película H.I.J.O.S., el alma en dos removió en mí muchos sentimientos: los comienzos de la búsqueda de mi hija, Mónica Grinspon, y su familia, desaparecidos en Uruguay el 18 de mayo de 1978. Como madre-abuela sentí momentos de gran orgullo, de ternura, de emoción al ver a esos jóvenes, hijos de nuestros hijos, tener tan claro el tema de la militancia de sus padres y el espacio que se crearon dentro de la sociedad y en la historia. Me impactó ver la actitud de José Luis D’Andrea Mohr y las palabras con que se dirigió a Vero, una hija de desaparecidos. Fue muy importante para mí observar las exposiciones de los jóvenes en un encuentro que muestra el film, por la forma clara de ver el pasado, el haber podido expresarse desde las dudas y desde el compromiso con sus “viejos”, como ellos dicen, pero poniendo en claro su lugar y su tiempo.
Esa actitud, que se enlaza con la historia a futuro, poder hablar hoy del ayer, y teniendo clara la idea de justicia y memoria hacia el mañana, me conmovió. Tal vez porque eso tiene que ver con mi trabajo actual en la Asociación Anahí, institución creada por María “Chicha” Isabel de Mariani (primera presidenta de Abuelas). La finalidad es resguardar la memoria de los hechos ocurridos durante los años de la represión, en forma de testimonios, videos, y preservar la Casa Mariani-Teruggi, de la Calle 30, Nº 1134, de la ciudad de La Plata, que fue atacada por fuerzas conjuntas de la dictadura, con tanquetas, bombas, armas y donde murieron asesinados cuatro militantes y fue secuestrada, el 24 de noviembre de 1976, Clara Anahí Mariani, de tres meses de edad, quien aún continúa desaparecida. Esta Casa-Museo se conserva hoy como entonces, con gran esfuerzo, y como testimonio de lo ocurrido en nuestro país.

* Abuela de Plaza de Mayo.