TELEVISION
Los consejos de Alfredo
“Siempre tuve la suerte de estar rodeado de actores a los que admiro mucho: Darío Grandinetti, Ricardo Darín, Ulises Dumont...”, enumera Cabré. Sin embargo, el actor confiesa que con ningún otro logró el mismo nivel de sintonía que alcanzó con Alfredo Alcón, en una relación forjada desde la admiración y el afecto. De hecho, las dos veces que se encontraron arriba de un escenario ambos actores indagaron en el conflictivo vínculo entre padre e hijo. En el primer encuentro generacional, en Vulnerables, Alcón se puso en la piel de Leopoldo Albarracín, el padre descarriado y adicto al juego de Martín (Cabré). Mientras que en El gran regreso, la conflictiva relación filial se repitió, sólo que arriba de las tablas. “Trabajar con Alfredo es lo más lindo que le puede pasar a cualquier actor. Alfredo es un monstruo. Es Maradona. Y lo más lindo, que no siempre pasa, es que es Maradona tanto arriba como abajo del escenario. Es una persona que escucha y que no tiene puesto el cartel de Gran Actor. Dirigiendo, actuando o tomando un café, Alfredo es lo más grande que hay.”
–¿Alcón ya es casi su maestro en la actuación?
–Sí, es mi padre actoral por elección. Alfredo te puede dar consejos, pero lo hace de una manera que no te hace sentir menos. Nunca se pone el traje de “maestro de actores”. Propone cosas, de la misma manera que uno le propone a él. Y él te escucha. La primera escena que hicimos en Vulnerables, me acuerdo que yo estaba muy nervioso. Antes de grabar, Alfredo se me acercó y me dijo: “¿Cómo hacemos la escena?”. Yo no entendía nada. ¿Cómo era que un tipo de su trayectoria venía a preguntarme a mí, un nene que recién empieza, cómo quería hacer la escena? Y no lo hace para demostrar su humildad: le sale naturalmente. Una persona con tanto corazón y talento, lamentablemente, no se encuentra habitualmente.