“El príncipe de la canción porteña” era el apodo de Ignacio Corsini, que había nacido en 1891 en Sicilia, Italia, y había llegado a Buenos Aires a los cinco años. Fue boyero en una estancia de Carlos Tejedor y fue allí donde tuvo su primer contacto con la música criolla, junto a los fogones de la peonada. Años después, los hermanos Podestá lo sumaron a su compañía por sus dotes de guitarrista y cantor. Corsini participó también en películas del período mudo, como Federación o muerte, Santos Vega y Milonguita. De su repertorio, uno de sus éxitos más celebrado fue “La Pulpera de Santa Lucía”, escrita en colaboración con el guitarrista Enrique Maciel. Corsini vivió hasta los 76 años sin llegar a convertirse en un mito, como Carlos Gardel.