Si en algunas películas focalizó sobre seres que están fuera del sistema y lo combaten, en Las viudas de los jueves, se los ve integrados por convicción. En ese sentido, Piñeyro recalca que “la primera película que hice así fue El método, porque aun en Cenizas del paraíso había personajes integrados, pero lo que contaba esa película era su desintegración”. En El método, “no sólo formaban parte del sistema sino que querían ser más partícipes. Y lo mismo es en esta película. Siento que Las viudas... y El método conforman un díptico. Son absolutamente complementarias. Una, absolutamente puesta en la esfera pública, en el mundo del trabajo, y la otra absolutamente puesta en el mundo de lo privado”. El director afirma que en El método, “sus vidas privadas no nos importaban y acá el mundo del trabajo no lo conocemos. Ambas conforman un díptico y los personajes no sólo están integrados sino que quieren estarlo muchísimo más. No tienen ninguna contradicción con el sistema. Es más, se sienten parte, adalides, voceros, y consideran que el sistema funciona para ellos. Ambas películas llegan a la conclusión de que son prescindibles. No son parte del sistema sino que son sólo empleados”, concluye Piñeyro.