El actor y director Jorge Graciosi se inició en el teatro desde muy joven, en La Plata, donde nació. Su primera presentación en Buenos Aires fue como actor, en 1975, en un espectáculo programado por el Teatro San Martín. Participó en el inaugural ciclo Teatro Abierto 1981 y en obras estrenadas en el Teatro de la Campana, espacio que luego retomó su anterior nombre de Teatro del Pueblo. Allí comenzó su camino como director luego de la puesta, en 2002, de Relojero, de Armando Discépolo. A partir de ese año condujo doce espectáculos sin contar los semimontados. Escribe teatro, pero aún no se animó a mostrar sus textos. Le interesa el teatro político (“más allá de que todo teatro es político”, aclara) y en esa línea van sus escritos. Cuenta que no pudo ver el primer estreno de Rodolfo Walsh y Gardel (1993), donde el intérprete era el recordado Jorge Mayor (quien fue objeto de amenazas antes de la presentación), y la puesta y dirección, de Emilio Alfaro. Aquel montaje en la Fundación Banco Patricios fue publicitado con un afiche del artista plástico Carlos Alonso. También entonces se aludió a un Rodolfo “universal” sin pretender un seguimiento de su vida. Sobre el tratamiento que se hace en la ficción respecto de su final hubo polémica. Sin duda pesaba el testimonio. La realidad dice que en 1976, cuando se produce el golpe y muere la hija mayor de Walsh (que cercada por tropas del Ejército se pegó un tiro), el escritor vivía en San Vicente y no en un departamento, según el original de Viñas. También que fue en esa casa donde a un año del golpe escribió su Carta abierta a la junta militar y desde allí salió para citarse con una persona en un lugar revelado en una sesión de tortura. Como aclara Graciosi, su puesta versa sobre la ficción de Viñas y su singular mirada sobre la dominación y sus enraizamientos en la historia argentina. De allí parte este Rodolfo que interpreta García Pintos. La obra lleva música de Malena Graciosi; el diseño de iluminación es de Lautaro y la asistencia de dirección de Marcelo Méndez. Colaboró María Seoane. La producción es de Lucero Margulis (del TNC) y la fotografía de Gustavo Gorrini. La obra se ofrece en la Sala Luisa Vehil del Cervantes, Libertad 815, los jueves, viernes y sábados a las 19, y domingos a las 18.30. Localidades: 25 pesos.