Ser considerada la “gran actriz del cine argentino” puede representar, para Graciela Borges, un orgullo o una carga. Ella aclara que “hay grandes actrices. Lo digo de corazón. Uno trabaja con el material que tiene, con un personaje, con un director. ¿Sabe la cantidad de actrices maravillosas que salvan textos indecibles en la televisión? ¿Y la cantidad de actrices de cine que hacen papeles, quizá más chicos, y que son enormes como actrices?”, pregunta con tono de afirmación. “Uno es lo que es porque trabaja en un film, donde la cabeza es un director, y tiene muchas responsabilidades. Uno tiene que salvar lo suyo con un fervor enorme, sin pasarlo tanto por la cabeza, sino por la inteligencia del corazón. Y no creerse mucho nada. En el momento en que nos creemos mucho algo, estamos listos. En algún momento, se te va la cabeza pensando en lo que te dicen, y eso te congela. No es bueno”, concluye Borges.