Un largo anhelo del sector editorial comienza a materializarse, especialmente para quienes sienten nostalgia por “el viejo ángel de la guarda del lector”, que lo guiaba en medio de la selva de novedades, ese veterano que en los ’90 sufrió la paliza demoledora de las grandes cadenas de librerías y fue desplazado por jóvenes con sonrisas inmaculadas, expertos en comercialización y amigos de las computadoras, pero sin el bagaje cultural del viejo veterano de páginas, notas al pie, títulos, autores. La primera Escuela de Libreros del país, que iniciará sus clases en agosto con cursos de formación gratuitos, se presenta hoy a las 18.30 en la Feria del Libro. Esta propuesta de actualización y formación laboral, organizada por la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (Capla) y por la Universidad Nacional Tres de Febrero (Untref), cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación.

Rodolfo Hamawi, director de Nacional de Industrias Culturales, uno de los mentores de la iniciativa, dice a Página/12 que el viejo librero tiene un trato amoroso con el libro. “Su misión en la vida es el vínculo entre el autor y el lector.” Muchos dueños de librerías, según plantea Hamawi, se dieron cuenta de que “el negocio funciona mejor cuando hay un librero veterano”. Por si queda alguna duda flotando en el aire, el director de Industrias Culturales invita a visitar la librería Mascaró (en Santa Fe y Agüero) y a conocer a José Leutier, formado en la Gandhi de México, pero también en la Gandhi de acá, la de Elvio Vitali. “Vas a ver cómo te lo llevás, si lo conocés”, desafía. “La Gandhi es un ejemplo de librería formadora de lectores”, agrega.

La Escuela de Libreros que arranca en el segundo semestre del año en la sede porteña de la Untref (en el Centro Cultural Borges) buscará que los más jóvenes, con o sin experiencia laboral pero secundario completo, se puedan formar de un modo integral con un plan de estudios que incluye las materias Historia general de la cultura, Historia general de la producción bibliográfica, Gestión de la librería, Economía y administración de las librerías, Clasificación y catalogación de libros, Composición de las librerías especializadas y Ultimas tecnologías en la industria del libro. Una vez concluida la cursada los alumnos recibirán un certificado de aprobación, que los habilitará a trabajar en librerías. “Todos los egresados van a conseguir trabajo”, promete Hamawi, que no descarta que en un futuro cercano, además de la multiplicación de la escuela en todo el país, se cree una carrera de formación terciaria o universitaria.

Hamawi recuerda que el año pasado se publicaron 22.000 títulos y que de esa masa total, unos 15.000 llegaron a las librerías. Y revela un porcentaje que desmitifica, en parte, que en las grandes cadenas no se garantice la bibliodiversidad. “El 80 por ciento de lo que se vende es libro de catálogo; sólo el 20 por ciento es best-seller.” El director de Industrias Culturales anticipa que se está trabajando en el diseño de una plataforma para el libro electrónico argentino, que incorporará a las librerías para la comercialización. “El e-book tiene que facilitar el acceso. La tecnología no es neutra; la forma de uso la carga de sentido.”