Martes, 1 de junio de 2010 | Hoy
MUSICA › OPINIóN
Por Fernando D´addario
Rubén Juárez tenía 62 años, pero cualquiera podía pensar que tenía muchos más. No tanto por los estragos que la vida, la noche y diversos problemas de salud habían impreso sobre su cuerpo, sino más bien por esa sabiduría de un siglo –el XX, el del tango en Buenos Aires– que lo acompañaba en cada charla, en cada fraseo de su fueye. Parecía que tenía toda la década del ’40 sobre sus espaldas, cuando en realidad le tocó sobrellevar con dignidad los tiempos grises del tango.
Rubén Juárez fue agigantando su leyenda al mismo tiempo que su físico. Como pasaba con el Polaco Goyeneche, había algo de atractivo en su deterioro progresivo. Transmitía la sensación –sólo algunos tangueros pueden hacerlo– de que estaba mal porque había sabido vivir bien. Y que lo que le faltaba de salud le sobraba en todo lo demás. Se agitaba cuando hablaba, un poco por el sobrepeso y por sus problemas respiratorios, otro poco porque en cada anécdota entregaba mucho más que palabras. Intimidaba sin querer a los periodistas, sobre todo a los que no eran “del palo”. Quien esto escribe lo entrevistó por primera vez hace unos diez años. Alertado por la magnitud del personaje, estudió todo sobre su carrera, sus tangos, sus influencias, etc. Una erudición impostada para salir del paso. El reportaje transcurrió sobre rieles, Juárez contestó mucho y bien. Al despedirse, se permitió una palmadita al hombro del cronista y concluyó: “Se ve que te leíste todo el archivo, pibe, seguí así”.
Un par de años atrás, en ocasión de un show en el Tasso, Juárez tenía que ser la estrella de la noche. Era la 1 de la mañana y el cantor estaba a un costado de la barra. Se lo veía rendido, agobiado, al borde del desmayo. Qué lástima, decíamos todos. No va a poder tocar. Diez minutos después subió, cantó y tocó dos horas seguidas, hizo chistes, bailó, se comió el escenario. Juárez era el tango andando, con su gloria y sus caídas.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.