“No me parece un momento oportuno”, dice Darín al ser consultado sobre si volvería a actuar en televisión. “El foco de la televisión está puesto en cosas que son más circenses. Y no me veo muy apto para eso. No sé si hay mucho de eso porque a la gente le interesa o hay mucha gente que ve eso porque no le queda más remedio.” Darín observa que casi toda la televisión “se nutre más o menos de lo mismo: si fulanita se peleó con fulanito, si lo perdonó, si se pelean en cámara y por detrás son íntimos amigos, si resulta que es todo un plan promocional. Es una era en la que, aparentemente, son más interesantes las relaciones privadas entre los artistas que su trabajo, su oficio, su capacidad y su talento. Y la verdad es que eso me resulta un poco incómodo”. Darín prefiere que los actores “actúen y que no me engañen. Me gusta que trabajen y que yo pueda apreciar si me están contando una buena historia. Ahora, si me van a hacer creer que se pelean, ¿a mí qué carajo me importa si Fulana se peleó con Mengano? Que hagan lo que quieran. Lo que pasa es que todo eso se convirtió en una industria y ha copado gran parte de la televisión. No digo toda, pero gran parte”, reflexiona el actor. Si le ofrecieran volver a la televisión en este momento, se preguntaría: “¿A qué? ¿A que nos rompamos el alma con diez compañeros para traer el mejor autor que podamos conseguir, el mejor director y la mejor producción, sólo para competir con un programa de chimentos en donde resulta que si embocaron a uno saliendo de un baño con la bragueta desabrochada van a decir que está saliendo con el dueño del local? Es muy perverso”, considera Darín.