El diario El País de España publicó un bombazo el primer domingo de noviembre. Una entrevista de Juan José Millás a Felipe González. El ex presidente español aseguró que en un momento de su gestión tuvo que decidir si volaba la cúpula de la ETA o no. Decidió que no. “Todavía no sé si hice lo correcto”, dijo González. “Esa entrevista es un híbrido –confiesa el entrevistador–. Yo pedí ese encuentro, al que accedió sorprendentemente porque no da entrevistas. Además, nunca he sido complaciente con Felipe González. En una época me metí mucho con los temas de corrupción y no fui un periodista que lo haya tratado bien.” Millás subraya que no tiene ninguna duda. González hizo lo correcto. “Si hubiera volado esa casa, era terrorismo de Estado y el estado de derecho se iba al carajo. Los argentinos sabéis muy bien lo que es comerse a los caníbales, como decía Borges.” El periodista escribió recientemente un artículo sobre una foto. José Luis Rodríguez Zapatero está en Nueva York, rodeado del establishment financiero. “Ahora estamos supeditados al poder financiero. Votamos a quienes no mandan, porque los políticos no mandan.” Millás traza una hipótesis. “Qué hubiera pasado si Zapatero, en el momento en que se da cuenta de que le están dando órdenes, le decía a la población: ‘Yo dimito porque mi margen de actuación es acotadísimo’ –plantea–. Si hubiera dimitido y le hubiera dejado el espacio a alguien que hubiera hecho los ajustes con gusto, al principio le habrían tachado de cobarde. Pero con el tiempo, Zapatero se habría convertido en un mito.