Personalidades del mundo del cine y de la música rindieron homenaje ayer a Elizabeth Taylor. También le dijeron adiós representantes de fundaciones que luchan contra el sida, una causa que la acompañó gran parte de su vida. “Estoy muy triste al enterarme de lo de mi bella amiga. Era un gran ser humano”, dijo a través de la red social Twitter el veterano actor Michael Caine, que compartió protagonismo con la actriz en la película de Brian G. Hutton Salvaje y peligrosa (1972).

Por su parte, Elton John lamentó la pérdida de “un gigante de Hollywood”. “Más importante: hemos perdido a un ser humano increíble”, se corrigió el cantante. Para el cineasta británico Michael Winner, director de El vengador anónimo (1974), “fue la última de las grandes estrellas del glamour”. “Fue el culebrón más largo de la historia, y representaba todo el encanto y la tragedia que hace Hollywood atractivo para la gente”, se explayó. Para el cantante George Michael ayer fue un “día muy triste”. Y la recordó por su compromiso en la lucha contra el sida: “Hizo muchísimo en los últimos 25 años para ayudar al mundo a ocuparse de la epidemia de vih. Estoy orgulloso de haberla conocido aunque sea poco”.

El cineasta italiano Franco Zeffirelli la recordó como una “diva memorable, de las que no existen más”. “Estoy triste, hemos perdido una figura memorable, que tuve la suerte de conocer y con la que trabajé en dos películas.” Zeffirelli, quien fue amigo también de Maria Callas, empezó a ser conocido en 1967 por el film La fierecilla domada, donde dirigió a la pareja de moda del momento formada por Richard Burton y Taylor. En 1988, la dirigió por segunda vez en El joven Toscanini, sobre la vida del célebre compositor italiano. “Personas como Liz son únicas, porque es difícil emerger con las películas que se realizan ahora y porque los cuentos de hadas dejaron de existir”, deslizó. “Era una combinación rara: muy bella, inteligente y con ese algo más.”

La fundación estadounidense para la investigación sobre el sida amfAR emitió un comunicado en el que rinde homenaje a la actriz, quien “deja un legado monumental que permitió mejorar y prolongar la vida de millones de personas y que enriquecerá a muchas más en las generaciones venideras”. Chris Dodd, presidente de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, consideró que “su contribución artística a la industria del cine es inconmensurable; su talento superó la prueba del tiempo y trascendió generaciones de espectadores”.