“Estuve en contra de la invasión a Irak por todas las razones que son de público conocimiento”, dice Hustvedt. “En la lógica de George Bush el mundo se divide entre los buenos y los malos y, lamentablemente, para espanto del mundo entero, viene siguiendo esta línea desde el 11 de septiembre. Con su discurso demoníaco genera una retórica de la guerra que aborta cualquier posibilidad mínima de diálogo”, se queja la autora de Todo cuanto amé respecto de la posibilidad de un ataque a Irán. “Ahora, si miramos la otra parte, es preocupante porque no deberíamos olvidar que el presidente de Irán dijo que el Holocausto no existió. Me parece que los dos son como espejos uno del otro, pero confío en que se pueda establecer una vía que propicie el diálogo y la paz.”