Daniel Suárez Marzal se entusiasma con la actividad teatral que se viene desarrollando en el país: “Argentina no es un medio quieto –dice–. Tenemos problemas e inmadurez política y a veces la impresión de que hacemos equilibrio sobre un cable. Pero me gusta ese riesgo. Lo extrañaba en Andalucía, porque la gente se comportaba como si todo hubiera sido hecho. Acá se investiga y siempre algo se encuentra”. Uno de sus proyectos más cercanos es dirigir La mujer del domingo, comedia dramática del británico Ted Willis (1914-1992), donde actuarán Virginia Lago, Laura Novoa y Claudio García Satur. Otro es La tormenta, de Alexander Nicolaievich Ostrovsky. Este montaje es resultado del Taller de Desarrollo Teatral sobre los Dramaturgos Rusos, que organizó el Centro Cultural de la Cooperación durante 2010, dirigido por Suárez Marzal y Roberto Aguirre. Por el momento no está comprometido con la ópera: “Tampoco le pongo tantas fichas”, aclara. Espera visitar Japón para interiorizarse aún más sobre el teatro oriental. Ha recorrido Camboya, China, India y Birmania, donde se interesó por la historia de Aung San Suu Kyi, hija del general Aung San, independentista asesinado en 1947. De aquella visita y de su experiencia surgió su pieza teatral en verso: Dama de Birmania. Suu Kyi, militante del Partido de la Liga Nacional por la Democracia y Premio Nobel de la Paz, sufrió arresto domiciliario durante años en Rangún, y recién a comienzos de este mes quedó en libertad para viajar al extranjero. Entre tantos proyectos, Suárez Marzal confiesa que en estos momentos gana el teatro: “Siento que estoy redescubriendo lo esencial, el teatro de actor”.