Domingo, 22 de septiembre de 2013 | Hoy
MUSICA
Sus experimentos con los mashups subidos a Soundcloud le permitieron otra vez moverse en el margen de la industria. ¿Cómo son las negociaciones con el sello, que debe mirar con desconfianza que suba cosas tan libremente a la web?
–Creo que gustan mis exploraciones libertarias en las redes, desde los primeros compases del siglo que libero música en Internet y nunca me llegaron comentarios negativos ni censura. Influye que soy respetado por la industria, por la independencia y por los demás músicos. Me aprecian porque soy rentable pero rebelde, porque les gusta lo que hago y están orgullosos de los discos que editamos juntos, le ponen el pecho porque yo le pongo el pecho. Alguna vez vomité en el despacho del presidente de la compañía, tengo antecedentes salvajes y eso... No son todos buenos recuerdos, pero recordarlo juntos es lindo. ¡Bonito! Los CEO discográficos, los representantes y músicos de España y América saben quién soy, saben qué es lo que hay. Soy humilde y respetuoso, como hay que ser. Eso ayuda siempre. Cumplí mis 17 años en un estudio de grabación. Mi última renovación de contrato la terminamos/cumplimos con On The Rock... Quedé libre en el peor momento para la grabación y edición de discos; en el medio del debate por la existencia del copyright y el terremoto tecnológico. Pero hay cosas que ya están pensadas y habladas muchas veces. Hace años que tengo, sobre la mesa, propuestas generosas e importantes y todas me honran. Pero elegimos grabar el disco “por libre”, solventar los gastos de una producción independiente, la grabación, la gráfica y el video clip. Con el disco terminado, pensamos que firmar distribución era lo mas sencillo y realista.
–Hay un par de estudios recientes que demuestran que mucha gente que baja ilegalmente música lo utiliza como referencia, y después gasta dinero en el sistema legal. ¿Cómo ve el tema de la piratería? ¿El músico tiene las mismas preocupaciones que las compañías?
–Todo el noble aparato discográfico esta contento si el disco es bueno. Yo creo que la piratería no existe, que el mundo capitalista permitió que la tecnología gane todo el terreno, es el nuevo petróleo. O no protegen la música porque no la consideran cultura... Es posible que algunas cosas se acomoden y el “disco” –como artefacto revolucionario musical– no se extinga; también es posible que terminemos todos en la ruina moral y económica. La gran mayoría de los músicos argentinos terminaron quebrados y olvidados por el establishment. Músicos y artistas en general.
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