- Almendra: “En su momento era el opuesto de Manal. A nosotros nos resultaba una música blanda, pero era inevitable que sintiéramos que había un talento excepcional, no sólo en Luis Alberto Spinetta sino en todo el grupo. Sonaban fenómeno y había que sacarse el sombrero porque Almendra incluso le gustaba a nuestro público. Además, nos hicimos amigos muy rápidamente. Entre sus canciones, me quedo con ‘Muchacha’ y ‘Ana no duerme’”.

- Vox Dei: “El primer grupo con una estética que puede relacionarse con Manal. Sonaba fuerte y tenía una raíz blusera en las guitarras de Soulé y Godoy, la pentatónica que yo le enseñé al Flaco Spinetta (risas). Bueno, Vox Dei viene de nuestro lado y puede considerarse como seguidor de Manal. Voy con ‘Presente’ y ‘Las Guerras’”.

- Los Gatos: “Ellos enlazaban la cosa difícil de definir que se produjo tras el encuentro entre Los Beatles, el tango, la canción argentina, Rosario y la inspiración de Litto Nebbia, ¿no? Cuando yo lo conocí, no era un grupo de rock sino de pop, un pop muy amplio. Es el grupo que personifica la bohemia porteña del momento, la del eje Cueva-Perla. Se integraron a ese mundo y colocaron ‘La Balsa’, cuya composición inició Tanguito y redondeó sin dudas Nebbia..., un tema que refleja un fenómeno que es propio de no más de cien tipos en ese Buenos Aires, que es el naufragio. Hay una magia en esa letra que esa gente estaba esperando, ¿no?, y una necesidad potencial que explica las dos mil personas que llenaron los coliseos de los domingos a la mañana. ¿Temas?: ‘El Rey Lloró’ y ‘Rock de la mujer perdida’”.

- Pappo’s Blues: “En poco tiempo, Pappo pasó de ser un rústico que tocaba poco a ser un grande. El se nutrió de mis discos y nos hicimos amigos porque justamente nos dimos cuenta de eso... o rivales o amigos (risas). Enseguida simpatizamos, porque Pappo era un tierno, un tipo que tenía úlcera y tomaba leche. Aunque después se ‘frankenstinizó’, se convirtió en El Carpo; siempre fue un tipo noble, con un humor extraordinario. Una vez me contó que vino a un ensayo de Manal, me escuchó tocar y se dio cuenta de que había que ponerse las pilas, y es cierto, porque yo aparecí mucho tiempo antes que Pappo, como unos tres o cuatro meses antes (risas). Creo que él es a la guitarra del rock argentino lo que Maradona al fútbol. Me quedo con ‘Adónde está la libertad’ y ‘Desconfío’.