La lucha actual de MECA tiene un parentesco con la que, años atrás, iniciaron (y ganaron) los teatristas del llamado “off del off”, el teatro más alternativo de todos. Ellos también padecieron la clandestinidad no deseada. En diciembre de 2010, la agrupación Escena (Espacios Escénicos Autónomos) obtuvo la sanción de una ley que fue producto de la urgencia y que modificó dos artículos que linkeaban al Código de Habilitaciones (artículo 24 de la Ley 2147 y 5 de la 2542). La nueva norma les permitió, entre otras cosas, funcionar con la habilitación aún en trámite. También, el panorama estaba signado por la tragedia de Beara y se sucedían las clausuras en las viejas casas convertidas en teatros. En síntesis, los requisitos comenzaron a ajustarse a las finalidades y a la naturaleza de estos espacios. La Legislatura porteña aprobó la ley por unanimidad. Escena continúa funcionando al día de hoy y a comienzos de este mes ofreció un cuarto festival con entradas a la gorra. Sigue siendo una plataforma que reivindica el carácter comunitario y autogestivo del teatro.