Red Hot Chili Peppers y Soundgarden, al cierre de esta edición, clausuraban anoche ante unas 60 mil personas, la última jornada del festival Lollapalooza. La celebración rockera en el Hipódromo de San Isidro se había iniciado pasado el mediodía y tuvo su primer plato fuerte con la presencia de Johnny Marr. El ex The Smiths, uno de los héroes de la canción británica, les regaló a sus fans argentinos la interpretación de “There Is a Light that Never Goes Out”, un súper clásico del grupo que compartía con Morrissey. Entre los temas de The Messenger, su último disco solista, filtró otro hit de su generación: “I Fought the Law”, de The Clash. A continuación, los neoyorquinos de Vampire Weekend convencieron al público con su rock universitario independiente, rápido y sin fisuras. En el medio, en el escenario 1, le tocó el turno a la posadolescente inglesa Ellie Goulding, que desplegó su impronta de rock y soul en la línea Disney. El capítulo argentino contó con la presencia de Pez y El Mató a un Policía Motorizado, entre otros.