En el conjunto de obras seleccionadas para esta muestra veneciana de Distéfano hay una nueva, Emma traviesa, homenaje a la serie de grabados Breve historia de Emma de Spilimbergo, sólo que en lugar de tratarse de una chica que se prostituye, en la escultura de Distéfano es una joven travesti. Es una obra impactante, en blanco y negro (una rareza en Distéfano, que usa siempre el color, de manera fuerte o sutil), cuya fuente está presente a través de citas múltiples. El punto de partida que llevó en 1936 a realizar esta obra a Spilimbergo fue una escueta tragedia social consignada en una notita policial: “Anoche la mujer Emma Scarpini, de 30 años de edad –autorizada para ejercer la prostitución–, se suicidó arrojándose desde el noveno piso de un hotel”. Aquella noticia que conmovió a Spilimbergo tiene relación con uno de los detalles que Distéfano incluyó en su propia obra: la incrustación de avisos clasificados de oferta sexual más o menos encubierta. Otra cita de Distéfano es el piso en damero, tomado de Spilimbergo. Y sobre ese piso, un libro de André Lothe, que fue profesor de Spilimbergo en París.