Con los nombres de los artistas que participarán en el homenaje a Manolo Juárez el viernes en la Ballena Azul del CCK podría trazarse la genealogía de una manera precisa de pensar y hacer música. Todos son colegas de Juárez, claro, y entre de ellos muchos, antes, fueron sus alumnos. Por cada uno, Manolo Juárez guarda un respeto particular, que es recíproco. Marian Farías Gómez, integrante de Los Huanca Hua antes de convertirse en una de las voces más particulares y encantadoras de la música argentina, recuerda el tiempo en que con Manolo y su hermano Chango Farías Gómez se reunieron con Contraflor al resto, en los primeros años de la década de 1980. “Pensamos aquel espectáculo para una noche y lo hicimos durante años –evoca Marian–. Dejamos de hacerlo porque después de tanto tiempo, cada uno de nosotros necesitaba hacer otras cosas, seguir creando por otro lado y no quedarnos con eso. Pero antes de dejar grabamos el disco.” “Esa fue una etapa inolvidable –continúa–, al lado de un tipo como Manolo que durante la dictadura había sacado un disco (Tiempo reflejado, 1977) para dedicárselo a mi hermano Chango, que ya estaba prohibido. Así de generoso es Manolo. Pero más allá del tipo leal, de un sentido del humor maravilloso, está el gran maestro de maestros, un tipo superior, un sabio. Manolo viene de lo académico, pero como buen cordobés tiene las raíces bien profundas. Manolo es un artista muy valioso, que ha logrado muchas cosas importantes para la música argentina. Entre ellas hacer que me guste ‘Zamba de mi esperanza’.”

También Galo García, cantor ligado al Grupo Vocal Argentino, entre otras formaciones, será de la partida el viernes y guarda el recuerdo de cuando compartió giras con el Trío Juárez. “Sabemos que Manolo es un tipo de pocas pulgas con los cantantes –cuenta García–, pero entre nosotros siempre hubo empatía y nos llevamos de acuerdo. Aquellas giras eran muy agradables, porque además del rigor musical y gusto por lo que hacíamos, había una gran camaradería. Entre otras cosas, Manolo es un campeón del buen humor.” “Entonces pude conocer de cerca lo que este tipo estaba haciendo con nuestra música –continúa García–. No era fácil entonces hacer lo que él hacía con el folklore y lo que hizo nos hizo bien a todos, los que después transitamos por su huella.”

Galo García y Marian Farías Gómez actuarán juntos en el homenaje, recreando un momento de Contraflor al resto: “Chacarera de un triste”, en el arreglo que hizo Chango Farías Gómez. “Será una manera de que también Chango esté presente en este homenaje”, dice Marian. Con ellos estará además Carlos “Negro” Aguirre y Rubén “Mono” Izarrualde, que recuerda con precisión la primera vez que vio a Juárez: “Fue en un estudio de grabación –cuenta Izarrualde– y estaba también Chango Farías Gómez. Yo tenía unos 17 años y me quedó patente la sensación que me dejó su presencia, su manera de hablar. Yo me preguntaba ‘cómo será la vida de estos tipos, estos grandes músicos’. Después yo empecé a tocar con Anacrusa y como José Luis Castiñeira de Dios había estado con Manolo en las épocas del Trío Juárez, se seguían viendo y así nos encontrábamos de vez en cuando. Cada vez que sucedía, era una experiencia maravillosa escuchar un pianista que tenía otra mirada, algo distinto a lo que se escuchaba por entonces.” “Después tocamos juntos, con Jorge Cumbo, con Lucho González –continúa Izarrualde–. Si un músico le caía bien, enseguida hacía migas y entonces comenzaba un diálogo que en mi caso siempre sentí desde el agradecimiento a un maestro, un tipo sabio y entrañable. Manolo es un músico fundamental, con su carácter y todo.”

Verónica Condomí, otra voz importante, por calidad y pensamiento, de la música argentina, también estará en el homenaje para dar testimonio de su afecto y admiración hacia Juárez. “Cuando armamos el dúo con Lili (Liliana Vitale) teníamos tres admiradores que seguían nuestro trabajo y nos alentaban: Remo Pignoni, Egberto Gismonti y Manolo Juárez”, comenta Condomí y agrega: “Manolo siempre estuvo cerca, como persona y como guía. Tengo la suerte de conocerlo desde muy chica y de haber seguido en directo su obra, que hoy es una parte importante de mi cultura y creo que así es para muchos”. Invitación a la nostalgia, una zamba que Juárez grabó en el disco Trío Juárez + 2 (1971), será la ofrenda de Verónica, junto a Pablo Fraguella en piano. “Es un honor participar del homenaje –concluye Condomí–, Manolo es uno de los grandes referentes, para mí y para todo músico que alguna vez pensó en una música alta, al margen del mercado y del éxito fácil.”