OPINION
La marca de lo humano
Las experiencias de Fernando Rubio pertenecen a un viejo deseo del arte: llegar a las fuentes primeras de los signos que componen la expresión de los rostros y las frases. Suele considerarse que podría haber una unidad primitiva entre la expresión facial y los relieves particulares del habla. Pero esto no es sino una utopía que, a pesar de su gran significación, desafía a quienes pretendan comprobarla con los medios que sean. Detrás de esa utopía está Rubio. Los rostros que vemos en sus trabajos son parte de la serie infinita de expresiones que modelan la inagotable marca de lo humano allí donde más se evidencia. En el rostro, que resiste los parecidos y las abstracciones, lo que explica que tantos y tantos se pregunten por el misterio de las semejanzas (que las grandes tradiciones del circo siempre buscan) y lo que también nos conduce a una de las rutas limítrofes de la filosofía contemporánea, que considera que el rostro es el último refugio de la trascendencia, de lo sagrado.
* Sociólogo.