Sábado, 18 de agosto de 2007 | Hoy
MUSICA › LA POLITICA DEL MAXIMO COLISEO ARGENTINO
Por Diego Fischerman
El Palacio de Bellas Artes fue pensado casi al mismo tiempo que el Colón. Pero la Revolución interrumpió el proyecto. Por eso es que su exterior, de comienzos del siglo XX, sea art nouveau y su interior art decó. Pero, como sucede en general, lo más interesante está en las impurezas. En los lugares donde los estilos se agrietan y dan lugar a la polifonía. Eso que Alejo Carpentier sintetizaba con la imagen del “ángel de las maracas” y que en el Bellas Artes mexicano irrumpe en las reminiscencias aztecas de la fachada francesa y en las espigas de maíz que coronan cada palco. Delante de los murales de Siqueiros y Rufino Tamayo, los carteles anuncian una exposición dedicada a Frida Kahlo, que convoca a una multitud que espera en las escalinatas para poder entrar, y el próximo estreno, el 2 de septiembre, de Diálogo de carmelitas, una ópera de Francis Poulenc, en producción del Teatro Colón. “Lo que descubrimos es que debíamos juntarnos para trabajar sobre nuestras fortalezas y debilidades complementarias”, explica a Página/12 José Areán, director de la Compañía Nacional de Opera mexicana.
Junto a él, el director artístico del Colón, Marcelo Lombardero, dice: “Más allá de la alianza que significa la formación de OLA (Opera Latinoamericana), que logramos concretar, y de algunas producciones que implican, entre otras cosas, la presentación de una producción de la Opera de México en el Colón y la posibilidad de un encargo a un escritor mexicano y un músico argentino de una ópera que estrenaremos en 2010, un año que nos une en el bicentenario (en el caso de México, de la insurrección de Miguel Hidalgo, en Guanajuato, con que comenzó la lucha por la independencia), tenemos problemas en común y podemos encontrar soluciones en común”, define. Para Areán hay, también, un encuentro generacional y cuestiones de afinidades personales, de las que participa el anterior director de la Opera, el escritor y crítico Gerardo Kleinburg. La colaboración entre el Colón y la Compañía Nacional de México comenzó con la presentación en el DF, el mes pasado, de la última producción que el Colón realizó de El barbero de Sevilla, de Rossini, con puesta en escena de Willy Landín. “La manera de plasmar estos logros implicó una larga plática para que el elenco, que armamos aquí, incluyera a cantantes con los que el director de escena ya hubiera trabajado en el Colón, para facilitar el montaje, y la integración de técnicos argentinos, que vinieron junto a la escenografía y el vestuario, y locales, que trabajaron con ellos en el montaje”, cuenta Areán. “Y en el caso de Diálogo de carmelitas es lo mismo. Habrá cantantes argentinas, como Adriana Mastrángelo, Patricia González y Eleonora Sancho, junto a artistas mexicanos, y la producción es la del Colón, con dirección musical de Stefan Lano, que ya se está ensayando aquí en el Palacio.”
Si bien por ahora el encuentro entre el Colón y su par mexicano alcanza, en particular, la posibilidad de intercambio de producciones del repertorio tradicional (con la apertura que implica, de todas maneras, incluir a Poulenc en ese campo), la idea es, en un futuro cercano, “perfilar también una serie de títulos que nosotros no sólo podemos ofrecer mejor que nadie sino que, en algunos casos, ningún otro ofrecería”, dice Areán. “Hay obras de Carlos Chávez, de autores contemporáneos mexicanos como Mario Lavista o Santiago Estrada y de compositores argentinos que, junto a otras escritas, por ejemplo, por Heitor Villa-Lobos, permiten pensar, además de en la posibilidad de asistirnos en nuestros problemas y colaborar en cuestiones de formación, como el trabajo pedagógico en Buenos Aires de algunos magníficos profesores de canto que México tiene en este momento, en la configuración de una suerte de mercado común de títulos que ningún otro teatro del mundo estaría produciendo.”
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.