CINE
Un poco autobiográfico
¿Cuánto hay de Borensztein en La suerte está echada?
–El día en que deje de creer que la vida tiene un costado mágico increíble no voy a poder salir de casa. Como al personaje, algo que me puede parecer hoy malo luego se resignifica.
–¿Se sintió maldito, ojeado, ¡mufa!?
–Yo vivía en un noveno piso, y cada vez que pasaba el camión de la basura se disparaba la alarma de un auto. Me pasé meses sin dormir, y la alarma seguía hasta que la batería se agotaba. Yo quería tener ese bazooka que se ve en el film. Tiene que ver con meterse en mundos que me son familiares, pintar y no inventar.
–¿Y sobre la fuerte presencia dramática que tiene el tango en la vida de uno de los personajes?
–Es un mundo que conozco, sé lo que significa existencialmente para el fanático, entiendo el sentido del abrazo. Si el abrazo es bueno, hasta te podés enamorar de alguien que uno no conoce bien. Ahí aparece la magia: cuando Guillermo (Gastón Pauls) va a bailar, abandonado por su mujer, y aparece otra.... Le pasa algo con una mujer cuyo lenguaje desconoce... El tango funciona como un elemento aleccionador, lo obliga a aprender un código para comunicarse en una lengua que habla otro.