Serrat: –Rosario será una actuación especial, porque siempre ha sido un lugar sumamente querido para los dos, pero sobre todo porque la figura del Negro Fontanarrosa estará presente desde antes del concierto, y seguirá afortunadamente con nosotros. No es ningún descubrimiento decir que este año se nos fue quien probablemente sea el argentino más querido por todos los argentinos. Y se fue de una forma ejemplar. A lo largo de mi vida he tenido el infortunio de seguir muchos de estos acontecimientos. He visto pocos seres humanos caminar hacia el final con la dignidad, el amor a la vida, la sonrisa y las ganas de no joder a nadie que tuvo Fontanarrosa. Es fantástico poder decir que en este caso el Negro sigue vivo, porque nosotros necesitamos que siga vivo. No porque su recuerdo haga que siga vivo, sino porque los dos necesitamos estar alimentando constantemente el recuerdo de alguien que ha sido una referencia, un amigo, una persona generosa. Y nos hace bien pensar que entre nosotros, en la humanidad, existe gente así, ejemplar.

Sabina: –Para esta gira él hizo el dibujo de los pájaros, cuando ya no lo podía hacer, fijó la idea de cómo hacerlo. Siempre ha estado ahí, revoloteando, y sigue estando. Somos tres pájaros, nosotros dos pájaros de mal agüero, de muy buen agüero él. En nuestros conciertos hemos ido inventando versos para cada ciudad o para gente querida de cada ciudad, y ahora quizá podamos hacer una payada en Rosario. No es seguro, porque si la hacemos será improvisada. Pero, desde luego, el Negro estará presente.

Serrat: –Quisiera aclarar, porque luego se magnifica todo, que no tenemos nada preparado. Y yo me temo mucho que ocurra lo más natural del mundo, y es que no vamos a poder hacerlo. Yo al menos no creo que esté en condiciones de improvisar ningún tipo de romance, décima o payada para él, porque probablemente me llevará la emoción. De verdad no lo sabemos.