Hace apenas nueve días, la Luna tuvo un espectacular encuentro cercano con Júpiter durante el anochecer. Desde entonces, nuestra compañera ha continuado con su habitual marcha orbital. Y en la madrugada del martes se acercará (siempre en términos aparentes, claro) a otra de las grandes celebridades astronómicas: Marte. Pero a diferencia del episodio con Júpiter, esta inminente cita celeste culminará con un verdadero acto de ilusionismo cósmico: la Luna hará desaparecer del cielo al planeta rojo. Será un eclipse muy especial y por una cuestión de perspectiva, los únicos lugares del mundo para verlo serán Buenos Aires y la mitad sur de nuestro país.

Muy de tanto en tanto –al menos, para un observador fijo–, la Luna desfila por delante de algún planeta. Esos eclipses no convencionales se llaman “ocultaciones” y son muy interesantes porque, entre otras cosas, nos muestran en tiempo real el movimiento de nuestro satélite alrededor de la Tierra (precisamente, porque hay una referencia). La cuestión es que un par de horas antes del amanecer del martes 31, estarán dadas todas las condiciones para que los observadores de Buenos Aires, La Pampa y toda la Patagonia puedan ver una ocultación de Marte, cosa rara si las hay. Ambos aparecerán juntos hacia la 1.30 de la madrugada por el horizonte del Este, y a medida que vayan ganando altura, irán acortando distancias entre sí. Finalmente, hacia las 5.20, el planeta desaparecerá detrás del limbo lunar. Y durante un rato, sólo veremos al satélite. A las 6.00, minuto más, o menos, Marte reaparecerá por el lado no iluminado de la Luna, como si de pronto, y a su lado, se encendiera una pequeña antorcha naranja (los horarios son para Buenos Aires y varían un poco a lo largo del área de visibilidad del fenómeno). Todo el show podrá observarse a simple vista, aunque debido al brillo lunar, conviene utilizar unos binoculares (o un telescopio) para los momentos clave: la desaparición y la reaparición. A no perdérselo.