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Por Federico Kukso

Acá están, éstos son. Como todos los años, para estas épocas el staff de la prestigiosa revista Science (publicación de la Asociación Norteamericana para el Avance de la Ciencia) se junta, revuelve en el cofre de los descubrimientos del año que está a punto de caducar y elige los diez avances científicos más descollantes de los pasados 365 días. Obviamente la lista es bastante arbitraria y deja de lado otros hallazgos, no menos importantes como para ser olvidados. Después de todo, ésa es la pura esencia de este tipo de rankings tan habituales a la hora de hacer balances, y que aparecen casi tan fugazmente como se hacen humo.

1 La infancia del Universo. En febrero, la sonda Anisotrópica de Microondas Wilkinson (WMAP) pareció haber descifrado uno de los enigmas cosmológicos del siglo pasado: la edad del Universo. Tras fotografiar como nunca nadie lo hizo hasta ahora el CMB (siglas de la radiación de fondo en microondas) o radiación cósmica –la “luz” más antigua del Universo que procede del gran estallido de energía que el Universo sufrió en el momento en que se formaron los átomos, “la energía del desacople”, cuando no era más que una bola de plasma incandescente y tenía 400 mil años–, los científicos determinaron que el Universo nació hace 13.700 millones de años y que está compuesto solamente por un 4 por ciento de materia común y corriente, 23 por ciento de materia oscura y 73 por ciento de energía oscura. La sonda también midió la velocidad de la expansión del universo: 71 kilómetros por segundo por megaparsec.

2 Los genes de la locura. Un grupo de investigadores logró identificar varios genes que elevan el riesgo de padecer enfermedades mentales como depresión o trastornos bipolares. Entre ellos se encuentra el gen COMT, uno de los asociados con la posibilidad de sufrir esquizofrenia, que codifica una enzima y quiebra neurotransmisores como la dopamina.

3 El planeta está que arde. Investigadores del clima al fin comprobaron que el calentamiento de la Tierra es más que un concepto abstracto. Inundaciones, deshielos, caída en la productividad vegetal y alteraciones en las conductas de animales y plantas así lo prueban. Por ejemplo, un trabajo demostró que en el Artico los ríos crecieron un 7 por ciento desde 1936.

4 Pequeñas moléculas. En 2002, los biólogos bosquejaron el rol que desempeñaban las minúsculas moléculas de ARN (ácido ribonucleico) en la modulación de la expresión genética. En 2003, se ocuparon de averiguar el papel que juega el ARN en el comportamiento celular y cómo se puede hacer para, a partir de su manipulación, combatir enfermedades como la infección por el virus del sida o la hepatitis.

5 Movimientos internos. Biólogos y físicos colaboraron en el estudio en tiempo real de la vida de las moléculas en el interior de las células. Así, desarrollaron nuevos instrumentos ópticos capaces de manipular una simple partícula.

6 Fuego en el cielo. En marzo, astrónomos confirmaron la conexión entre los rayos gamma, una de los estallidos de energía más poderosos del universo, y las supernovas, explosiones de estrellas gigantes.

7 Embrionario. Se descubrió que las células madre embrionarias de ratones pueden desarrollarse o bien como espermatozoides o bien como óvulos, hecho que puede servir para entender ciertos problemas de infertilidad. Estudios como éstos también actualizaron la cuestión de si las células madre embrionarias humanas algún día deben/pueden ser usadas como fuente para experimentos de clonación.
8 A contramano. Distintos grupos de investigación confirmaron, tras dos años de estudio, que hay ciertos materiales de alta tecnología capaces de dirigir luz y otro tipo de radiaciones electromagnéticas en una dirección “equivocada”, que no es la que indica el índice de refracción.

9 Lo que hace a un hombre un hombre. La secuenciación del cromosoma Y, el más pequeño de los cromosomas humanos y el que determina el género masculino, reveló que tiene genes duplicados, de los que siempre puede disponer si necesita una nueva copia del gen.

10 Todos contra el cáncer. La lucha contra el cáncer tuvo sus éxitos en 200: un grupo de científicos anunció haber producido un fármaco llamado “antiangiogénesis” (que impide el crecimiento de vasos sanguíneos que alimentan al tumor) y que junto a las drogas convencionales de quimioterapia podría prolongar las vidas de pacientes que sufren de cáncer de colon avanzado. La droga falló en tests similares con pacientes que padecen cáncer de mama. Actualmente, hay unos 60 tipos distintos de fármacos antiangiogenéticos que están siendo probados en ensayos clínicos para vencer a gran variedad de cánceres.

Y para no ser menos, los de Science también juegan a ser clarividentes y pronostican las áreas que habrá que tener en la mira el año que viene: la llegada (o no) de las sondas enviadas a Marte; la investigación en biodefensa con el estudio de los patógenos que causan enfermedades como ántrax, botulismo y fiebre hemorrágica y nuevos descubrimientos –profundización del estudio del genoma mediante– que indagarán en aquello que hace al ser humano único y lo distingue de otros organismos.
Tal vez el peligro de estos top ten es el de dar por definitivos o por sentado resultados que mañana pueden transformarse en dudosos. De una u otra forma una cosa es cierta: con rankings tan recurrentes (y simplistas) como estos que auscultan la realidad científica, la idea del progreso ciego tiene cuerda para rato.