MENSAJES A FUTURO
Correo de lectores
Una respuesta
Estimado Comisario Inspector:
Realmente el enigma de los banqueros era sencillo ya que se puede resolver planteando un sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas y la respuesta es más sencilla aún: son 13 los banqueros y la plata robada al corralito es de 830 millones. A esta solución también podría haber llegado por tanteo ya que los números son pequeños y con dos o tres ensayos se podría haber obtenido la solución. Ahora yo supuse que el ministro no era un banquero con lo cual recibía 50 millones en carácter de agradecimiento, comisión, cometa o coima. Si consideramos esto, el ministro recibió 50/780 por lo tanto puede temer que se lo considere barato ya que no llega ni siquiera al diego (10 por ciento). Si se lo considera en comparación a los otros banqueros obtuvo 50/60 por el solo hecho de ser portador de cargo y eso lo hace más importante, ya que sin él todo hubiera sido imposible. Y otra opción es que el ministro sí haya sido parte de los banqueros y de esa forma cobró 110 millones pero el límite de la ambición tiende a infinito.
Me despido. Saludos a Kuhn.
María Emilia Doval
Otra respuesta
Estimados Kuhn y Comisario Inspector:
Creo tener respuestas (o soluciones, ustedes dirán...) a los 2 problemas propuestos. Respecto al orden alfabético de los números, si bien ustedes se cuidaron de plantearlo con sutileza, surge que no existe el número “billón”, al menos con ese número no se puede numerar nada. En todo caso, lo que se puede numerar es “un billón”, “diez billones”, etc. De modo que el menor número, alfabéticamente hablando, resulta el catorce.
El problema de los ladrones tiene una respuesta fácil y una difícil.
La fácil es proponer 2 ecuaciones con 2 incógnitas. Siendo B el número de banqueros y S el dinero robado (en millones), las ecuaciones son:
70 x B = S + 80
60 x B = S - 50
de donde resultan 13 banqueros y 830 millones.
La respuesta difícil es a la pregunta de cuánto se habrán robado en la vida real, los banqueros-ladrones y el ladrón-ministro.
Saludos y gracias.
Marcelo Michalski