RAMOS GENERALES
Ramos generales
Un manual para mujeres en peligro
La difusión internacional de casos de violencia intrafamiliar y la puesta en común de diversas estadísticas –en México, por ejemplo, en siete de cada diez hogares la violencia es un hecho cotidiano– ha colaborado para que circulen también algunas estrategias que pueden servir a quienes deciden poner fin al continuo del maltrato. Recopilar y poner a resguardo –en lo posible fuera de la casa familiar o en manos de alguien de confianza– la documentación propia y de los hijos e hijas a cargo antes de ponerse a salvo de los golpes o maltratos es uno de esos detalles que parecen nimios pero que aseguran, a futuro, la posibilidad de poner distancia entre la mujer y el agresor. También es fundamental tratar de asegurarse un mínimo de dinero o la disponibilidad de las cuentas comunes y, en lo posible, garantizar un apoyo terapéutico ya que la violencia emocional suele dejar huellas imborrables en la autoestima y un gran miedo ante la vida, que en algunos casos ocasiona la vuelta al círculo de violencia.
El velo por las dudas
Para algunas, la ola de islamización que vive Irak es algo pasajero que se irá cuando vuelva el dinero y la posibilidad, por ejemplo, de usar maquillaje. Para otras es una amenaza latente que las obliga a cubrirse la cabeza sólo para transitar las calles que separan la casa del trabajo. Zina Nuri, una profesora de deportes en un instituto femenino de Al Karrada, en Bagdad, es de las primeras. Aun cuando desde principios de año haya asumido el hiyab que cubre su cabello como una prenda imprescindible, ella espera que el fervor religioso decante, como espuma de un destape a la inversa: “La explosión de religiosidad es producto de la libertad, los chiítas han estado muy sometidos los últimos tiempos”. Sin embargo, la larga mano de los radicales religiosos deja un rastro de temor en la sociedad: en las universidades las mujeres ya no pueden ir descubiertas y se les ha prohibido la entrada a las piscinas. Y las licorerías van cerrando, temerosas de ataques que las convierten en blancos.
Contra la mutilación
de las niñas
El Foro Mundial de Mujeres que se celebró la semana pasada en Barcelona hizo un fuerte pronunciamiento para que se articulen políticas que impidan la ablación genital femenina, una práctica ancestral que se realiza en Africa subsahariana –y en los países que reciben inmigración desde ese continente, aunque de manera clandestina– y que supone la mutilación total o parcial del clítoris y de los labios vaginales mayores y menores. Es un rito de iniciación que dos millones de niñas al año corren el riesgo de sufrir con las consecuencias lógicas: pérdida de deseo y placer sexual, dolor en el coito, infecciones pélvicas con esterilidad, mortalidad materno fetal por dificultad en los partos, etc. La iniciativa internacional para erradicar esta práctica ha tenido algún resultado en los últimos 20 años, ahora se puede hablar del tema en casi todos los países involucrados –excepto Gambia– y se ha conseguido que las extirpadoras cambien su oficio tradicional por otras actividades laborales.