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En las pasarelas y en los sociales de la edición invernal de Baf Week, que transcurrió del 1 al 4 de marzo, se vislumbró el uso y abuso del sombrero gaucho y de las bucaneras cruza con botas de potro ¿o potras? como recurso del estilo argentino. Con una puesta más pequeña pero correcta en sus cronogramas y organización, hubo gratas sorpresas. Entre ellas, la presentación de la colección cápsula de la diseñadora Jessica Trosman para Lee integrada por 25 prendas, entre las que se destacaron sweaters, abrigos de paño, remeras oversize y extra largas, camperas denim con prints y tachas. Se exhibieron en una puesta donde el denim predominó cual telón en gajos y en flecos, iluminados por el experto Sergio Lacroix. Las variaciones sobre el denim con el ingenio de la diseñadora se aplicaron a las morfologías, a los teñidos pero también a los clásicos.

Además fueron muy gratas las colecciones del indie, lejos de los uniformes pregonados por las tendencias. Fue desde esa modalidad que Cecilia Gadea, referente del movimiento de moda de autor/a, presentó “Tejido Imaginario”, la colección que surgió de la observación de un archivo de revistas de labores y tejidos, de distintas épocas, pertenecientes a su madre, quien, como hobby, tejía sweaters con la Knitax para regalar a toda la familia. De ahí como prendas emblemáticas se destacaron sweaters en sus diferentes versiones, faldas, abrigos y vestidos de punto. El show transcurrió al ritmo de las canciones en vivo de María Ezquiaga, la cantante de Rosal, junto a su banda. Y también la presentación de Emilse Benítez, denominada “Perdón” que demostró su buen oficio en el uso de pieles, de la estética leather y los tramados con cadenas. La diseñadora graduada en indumentaria en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y quien suele desarrollar vestuarios para la banda Babasónicos, exhibió sus variaciones sobre el fetichismo: mientras transcurrió una performance de Diego Castellanos, baterista de esa banda, ejecutando el gong.

Las cuatro firmas lideradas por jóvenes diseñadoras agrupadas en Pasarela BA parecen compartir además de la franja etarea, veintipico, el gusto por siluetas holgadas y universales, la ausencia de maquillaje y tacos altos de artificios de fácil lectura. En tal contexto, Luz Arpajou y María Laura Leiva, las diseñadoras de Abre Indumento dan fe de un sereno trajín de mujeres de distintas edades, cuerpos y culturas en su espacio de Palermo. “Intentamos hacer tipologías clásicas y siluetas amplias que se modifican en contacto con el cuerpo del usuario. Usamos hilados naturales y para el invierno sumamos los nuevos hilados compuestos de Neuquén, – el cashmere y el mohair mezclados con merino. Nos proponemos hacer una moda federal” esgrimieron al unísono. Anabella Bergero, con acento cordobés que conserva pese a haber vivido en México, es la creadora de Maison Nomade y fundamenta: “Investigué los mantos del hombre primitivo y también los modos en que la tecnología textil hizo revolucionarios desarrollos para la indumentaria militar”. Los ítems de la colección invierno 2016 de Maison Nomade conforman capas y abrigos de manga corta en tonos gris y verde que recuerdan a un hule de seda, con utilitarios bolsillos plaqué, pantalones thai en versión high tech y pantalones derivados del uniforme de exploradores; prendas híbridas derivadas tanto de la sastrería como de la militaria europea. La dupla compuesta por Lucía Chaín y Juliana García Bello (una oriunda de Tierra del Fuego, otra de Bernal) documenta cada decisión de diseño en una bitácora repleta de lazos sujetadores de sábanas, planos detalle de terminaciones de almohadas, sábanas y colchones para analizar sus terminaciones y aplicarlas a sus siluetas universales. “Probamos la caída de dos mantas encimadas, algunas piezas nte la mirada del espectador hacen creer que la usuaria lleva la sábana adherida al cuerpo” explicaron las graduadas en Indumentaria en la UBA. Unos días antes de Baf Week viajaron a Londres para participar del ciclo “Next in Line”. Entre las camisas, remerones, buzos, sacos y pantalones que componen las tipologías del invierno 2016, la joya fue una mochila que simula la apariencia de un frazada bien doblada con tiradores y el logo bordado de modo industrial.

Del lado de la sastrería elegante, Zito presentó maxi chalecos, ponchos con capuchas, vestidos de grandes volúmenes, con aberturas y transparencias, mientras que Roma Renom trasladó lazos que ciñen la cintura a abrigos, el cuello de las camisas y las mangas de los vestidos. La estructura de la sastrería cubrió los vestidos de líneas fluídas en sedas y encajes. Capas de crepe con faldas de largo midi.

La firma favorita de las autoproclamadas it girls porteñas se llama Nous Etudions: la diseña Romina Cardillo, quien nació en una familia de la industria de la moda, con proclamas veganas: jamás usa cueros naturales y adhiere a construcciones holgadas destinadas a “ desvanecer los estereotipos”. En su show, pintó la pasarela con tintes que se adhirieron a las prendas de las modelos y se fusionaron con el granate, el celeste y las botas amarillas y cortas. El debut de la marca de las actrices Celeste Cid y Paula Kohan –“Cid– Kohan”– estuvo lejos de una colección innovadora con kimonos tejidos, bordados japoneses sobre telas de punto, pantalones de tejidos esponjosos, vestidos de guipures y tules bordados.

Además, funcionó el laboratorio taller de He y para presentar su alianza con la firma Kom y una clínica de diseño, mientras que Cher lanzó su colección de muebles y de blanquería, complementaria de las prendas con siluetas en tributo tanto a Jimi Hendrix como a los gauchos.