Viernes, 30 de enero de 2009 | Hoy
MONDO FISHION
Por Victoria Lescano
Entre el 18 y el 23 de enero transcurrieron los 39 desfiles de la edición invierno 09 del Sao Paulo Fashion Week con la consigna Brasileirismos y un homenaje a la diva Carmen Miranda en una de las plantas del pabellón enclavado en parque Ibirapuera, que admitió la exhibición de algunos de sus trajes y plataformas prestados para la ocasión por el museo de Río de Janeiro que conserva sus prendas y también reversiones de sus tocados adornando producciones de moda con ropas de diseñadores actuales desde gigantografías que adornaron las paredes y las vertiginosas plataformas arquitectónicas trazadas por Niemeyer que conducen entre la pasarela y las salas de lounge consagradas a las caipirinhas, otro de los gestos del brasileirismo que no se pasan por alto en esas maratones de moda.En la apertura, Fause Haten, presentó su nueva marca, “Espacio FH”, con una banda de música popular brasileira y vestidos muy barrocos en rojo. Del lado de la vanguardia, las colecciones para mujer y para hombre de Alexander Herchcovitch la identidad brasilera llegó del lado de brillos y matices insólitos. La colección masculina de Herch cambió el tono dark de otros momentos por una paleta en rojo carmín, sombreros de exploradores y de alpinistas con bermudas y/o guantes en dorado o plateado, elegantísimos plus zapatos color suela. La silueta lució más abrigada, tal vez como consecuencia de que en San Pablo hace cada vez más frío o bien porque el mercado de diseño del creador se extiende cada vez más a los usuarios de ropa para invierno de Nueva York.
Neón, la firma trendy que idearon Rita Comparato y Dudu Bertolini, optó por una presentación en un pequeño teatro y con pasadas de a dos modelos sobre un escenario. Allí tomaron partido por el estilo brasileño en su homenajes a galas y trajes de noche, tocados con flecos de charol, camperas de estilo cheyenne, pero también vestidos en lúrex, caftans de estampas fabulosas para galas de carnaval, furreaus en cintas de colores con sombreritos bombín en ensamble. Como buena parte de los diseñadores de esa región ellos costean sus colecciones trabajando para la industria, de ahí que en otra pasarela, la de una sala de la pasarela oficial mostraron una línea de sastrería elegante ideada por contrato para la firma Cori. Otro de los desfiles muy celebrados fue el de Ronaldo Fraga con su colección modelada por señoras y señores en sus 60, con super looks de peinados blanquecinos por el paso del tiempo, y como contraste, modelos niñas y niños, en una pasarela que ostentaba esculturas con siluetas en tributo a las raíces africanas. El diseñador de Minas Gerais suele sumar mensajes políticos a la vestimenta y enfatiza que las raíces y el artesanato están siempre presentes en sus colecciones. Por otra parte Gloria Coelho, otra de las figuras del Brasil que venera al dark y trabaja con texturas del pasado recicladas con recuros innovadores, esta vez vistió de negro y de gris a hipotéticas emperatrices futuristas.
Mientras que en París, se celebró la semana de alta costura y también las novedades en cuestiones de moda masculina. Pasaron más de cincuenta años desde que Christian Dior provocó al mundo devastado por la posguerra con una silueta que derrochaba telas y el lunes 26, John Galliano provocó cierto malestar entre la crítica especializada por sus vestidos colosales que derrochaban más tela, haciendo una mirada revisionista de la silueta extravagante que hizo célebre a la firma y también un homenaje a la pintura holandesa del siglo dieciocho. La aguda crítica Suzy Menkes –experta del Herald Tribune– destacó por encima de las extravagancias de Givenchy, de Galliano para Dior, de Lanvin ,de Saint Laurent y de Dior Homme, una receta de omelette que le enseñó el chef de un bodegón muy elegante –un modo sutil de decir que las colecciones la aburrieron bastante–. Se impone acotar que los hombres plasmados por Comme des Garcons llevaron además de atuendos y zapatos en animal print una línea de sombreros firmada por el inglés Stephen Jones con plumas y potiches tan o más extravagantes que los tocados de Carmen Miranda rescatados por los paulistas y que Viktor & Rolf, en su primera colección bancada por el grupo Diesel, sacó una línea de zapatos.
Con un discurso atento al ánimo y la prensa recesiva, luego de derrochar fondos homenajeando al estilo ruso Karl Lagerfeld, hizo ahora una colección para Chanel absolutamente creada en papel. Volviendo al estilo masculino, el belga Dries Van Noten los vistió con su conocida austeridad y los hizo desfilar por el edificio del Partido Comunista de París construido también por Niemeyer, mientras que Raf Simons causó sensación en el rescate de la sastrería elegante, al sumar petit boleros y capitas para lucir encima del traje, construidos en un nuevo material que simula neoprene, en diversidad de colores que venerarían y copiarían los niños floggers.
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