Viernes, 20 de noviembre de 2009 | Hoy
EL MEGáFONO)))
Por Colegio de Psicologos Distrito X Mar del Plata *
La proliferación de seudoteorías y de síndromes inexistentes son empleados cotidianamente como argumentos que pretenden invalidar, ignorar y silenciar los testimonios de niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual y de incesto paterno-filial. Sabemos de la complejidad para poder determinar que muchos de los síntomas que presentan los/as pacientes, en muchas oportunidades, se corresponden con la vivencia de una situación de abuso y/o de incesto paterno-filial. Pero, a la vez, conocemos la importancia fundamental del relato de la posible víctima a la hora de asegurar que se ha ejercido abuso o incesto.
Afortunadamente, contamos con conocimientos y con una vasta producción científica que avanza día a día. Específicamente sabemos hoy mucho más acerca de los procesos de la memoria, el recuerdo y la posibilidad que tienen niños y niñas de dar a conocer situaciones relevantes de su vida cotidiana. Por tal razón, como agentes de salud, tenemos que profundizar constantemente en los avances científicos y en las técnicas necesarias para la atención terapéutica y la validación de nuestro proceder profesional.
A propósito del llamado síndrome de alienación parental (SAP), que se utiliza para decir que los niños y niñas son manipulados cuando dicen ser abusados/as, los/as remitimos a la atenta lectura de la bibliografía de su creador, Richard Gardner. Su producción se ha basado en una serie de consideraciones acerca de la sexualidad de neto corte pedófilo al punto tal de recomendar a los padres la iniciación sexual de sus hijos e hijas.
Por eso, el inexistente síndrome (SAP) no fue aceptado en su país, Estados Unidos, y no fue considerado científico en ninguna asociación del mundo entero. Ahora bien, en la Argentina, esta seudoteoría fue aceptada y empleada por grupos de profesionales que poco a poco han creado una gran industria en la defensa de abusadores: jueces, abogados y psicólogos nucleados en asociaciones que, bajo la consigna de la defensa de padres separados de sus hijos, intervienen como peritos de parte en numerosos casos de supuestos abusos.
En ellos se esgrime a través de la co-construcción de memorias y del SAP (ambos inexistentes en el campo científico) que los relatos de las víctimas en realidad son construcciones que parten de sus madres alienadoras y que las mismas, a través de la inoculación de ideas en contra del progenitor no conviviente, logran que los niños y niñas reproduzcan relatos.
Pero es mas grave aún, ya que en la mayoría de los casos argumentan que son los/as profesionales quienes co-construyen también los relatos junto a las madres y los/as pacientes, o, simplemente, no se dan cuenta de la falsedad de los dichos de sus pacientes. Esto implica, en el contexto de la conmemoración del 19 de noviembre, Día Internacional contra el Abuso Sexual Infantil, negar que niños y niñas pueden dar testimonio de su padecimiento y que los y las psicólogas tienen la obligación de denunciarlo.
* Patricia Gordon es la secretaria general y Sergio Genchi el presidente del Colegio de Psicólogos Distrito X Mar del Plata.
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