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Todos lo conocemos: el hormigueo de las manos después de usar diez horas seguidas el mouse o la sensación de “partirse al medio” cuando duele la cintura tras jornadas enteras de estar paradas. Esto sumado al estrés, dormir poco, comer mal o lo que sea que nos haga sufrir este ritmo de vida fatal. Las contracturas son tomadas a la ligera (“todo el mundo tiene”), pero no lo son. Como cualquier cosa que se deja mucho tiempo sin resolver, se anquilosa, se vuelve un cayo y el cuerpo se la banca, pero un buen día nos puede pasar una factura impagable.

Se trata de que los músculos, articulaciones y tendones se movilicen, nunca queden estáticos. “Los puntos estimulados por medio de la presión provocan la liberación de sustancias químicas naturales llamadas endorfinas, que son inhibidoras del dolor y que actúan como analgésico. El hipotálamo, a través de sus mensajeros químicos, estimula a la glándula hipófisis y segrega las endorfinas, que son entre 5 y 10 veces más poderosas que la morfina”, explica la terapeuta corporal Patricia Franceschini.

Los masajes devuelven la movilidad y flexibilidad al cuerpo, lo llenan de energía y placer. A veces pueden dejarnos de cama porque se movilizan fibras dormidas y energías bloqueadas (nada místico, el canal de energía vital que pone en funcionamiento al cuerpo también se puede trabar en zonas muy contracturadas), pero siempre el balance de probarlos es positivo. Para Fernando Rodríguez, especialista en shiatsu, “el objetivo de cualquier técnica elaborada de masajes supone que el cuerpo reestablezca el equilibrio perdido, porque los ‘vicios’ de una mala postura están en cualquier rutina hoy en día. Hay quienes son más sensibles a las rigideces que otros, por eso la cantidad de sesiones requeridas y la duración de cada una depende de cada persona”.

Aquí van algunos tipos de masajes:

• Shiatsu significa “presión con el dedo” en japonés. Es el masaje oficial de este país y fue desarrollado por un niño que trataba de paliar los dolores provocados por la artrosis de la madre. En un arranque de sentido común, Tokujiro Namikoshi empezó a presionar con los dedos los puntos que más molestaban a su mamá y pronto sistematizó una rutina para calmarla. En 1940, ya siendo adulto, abrió su propia escuela para transmitir esta técnica, prima hermana de la acupuntura, ya que basa sus principios en la existencia de meridianos que trazan un mapa del cuerpo, donde todo tiene que ver con todo: la presión en las orejas puede llegar al dedo índice. Se recibe en una camilla, en ropa interior, sin cremas ni aceites que intervengan en el contacto.

• El masaje tailandés tiene un movimiento y dinamismo propio de su país de origen, integra el plano emocional a través de la respiración y las tracciones pueden incluir el peso del masajista sobre el propio cuerpo. Se recibe en una colchoneta, con ropa cómoda y sin medios grasos.

• El californiano es la técnica más moderna. Desarrollado en los años ‘60 en California es un masaje muy profundo, que se realiza en camilla, totalmente sin ropa y con un aceite o crema para facilitar la fluidez de las manos. Las maniobras incluyen antebrazos y codos, y el especialista se centra en las zonas de conflicto, considerando el cuerpo como un lugar sagrado, ya desde el primer acercamiento el contacto es sutil para luego intensificar la fuerza de las presiones.

• La reflexología, de origen chino y milenario, es una terapia natural que basa sus principios en que la totalidad del cuerpo habita en las plantas de los pies. A través de un mapa donde, por ejemplo, el dedo gordo es la cabeza y el arco la columna, el dolor en cada punto refleja un malestar en otra parte del cuerpo. De esta manera se pueden tratar no solamente dolores musculares, sino otros malestares, como jaqueca o menstruaciones dolorosas.

Las sesiones de todos estos masajes duran, como mínimo, 40 minutos, y arrancan en los $40.

Asesoramiento
Patricia Franceschini, terapeuta corporal
y reflexóloga: 1564499364
Fernando Rodríguez: especialista en shiatsu: 0225515480403
Shiatsu y tailandés: www.shiatsunuad.com.ar
Masaje Californiano: www.oasismasajes.com.ar