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Hay algo peor que estar en Haití y ser víctima del terremoto de enero último. Es estar en Haití y ser mujer, niña o niño y haber sido víctima del terremoto. En el país hay una población compuesta por 46 por ciento de menores de 18 años, y donde 4 de cada 10 infantes viven en condiciones de hacinamiento (léase con más de 5 personas por habitación). A su vez, el 43 por ciento de los hogares está encabezado por mujeres. Pero a estas catástrofes –que, como bien se sabe, no tienen que ver sólo con la inclemencia de la naturaleza sino con políticas desacertadas y una explotación constante de países vecinos y de otros no tanto– se suma la situación desgarradora de bebés que han quedado sin madres y con ello sin teta de donde alimentarse. A esto se suma la falta de atención médica y la exposición abusiva a focos de infección y contagios. Y a vivir en las calles. Se calcula que por estos días hay alrededor de 37.000 mujeres embarazadas en las calles del país destruido, sin agua ni vivienda. Ya antes de la catástrofe, Haití tenía la tasa más alta de muerte materna en la región: 670 muertes por cada 100.000 nacimientos. Y el 15 por ciento de los nacimientos necesita algún tipo de operación. Estos datos se incrementan en casos de desastres, como el ocurrido en los últimos días.

Ante los terribles momentos que pasa Haití, las mujeres de República Dominicana y de otras partes del mundo se unen en intentar mejorar aunque sea un poco la situación de las víctimas. Las Mujeres de América Latina y el Caribe emitieron una declaración muy dura en sus términos en donde acusan a los gobiernos imperialistas de la situación de extrema pobreza en que vive Haití. Invitan a “poner en pie una gran campaña unitaria de las organizaciones de mujeres, feministas, de la disidencia sexual, lesbianas, comisiones sindicales de mujeres, organismos de derechos humanos, estudiantiles y obreros, para que se oiga nuestra voz”. Para adherir y participar se puede enviar mail a: [email protected].

La declaración completa puede encontrarse en el sitio Mujeres en la Blogosfera (http://beatrizgarrido.nireblog.com) post del 19 de enero.

También han implementado una lista de correo electrónico (Grupo Feministas LacSolidaridad Haití) en la que se pueden inscribir para recibir información de las organizaciones de mujeres en ese país. La dirección es: http://groups.google.com/group/feministaslacsolidaridadhaití

La ONG InterRed Valencia está realizando acciones en conjunto con el Movimiento de Mujeres Dominico-Haitiano. Para colaborar, pueden encontrar la información en los post sobre Haití en el sitio de InteRed (http://intered.org ). En el sitio de Prensa de Ameco (Asociación Española de Mujeres Profesionales en los Medios de Comunicación) (http://www.amecopress.net) hay una nota (Haití: las dimensiones del dolor, 19 de enero) con testimonios de representantes de asociaciones de mujeres que estaban en un congreso en Puerto Príncipe cuando se derrumbó todo por el terremoto.

Por último, hay un Campamento Internacional Feminista que está implementándose en la ciudad de Jimani, en la frontera entre Haití y República Dominicana, armado por organizaciones de mujeres con la finalidad de que la ayuda para ellas llegue a destino. Al respecto y como si faltara alguna otra confirmación de que las mujeres resultan fatalmente afectadas, las organizaciones lloran en estos días la pérdida de tres de sus principales referentes en Haití, víctimas del terremoto: Miriam Merlet (ministra de la Mujer e integrante de la Red de Salud de Mujeres de América Latina y el Caribe), Magalie Mercelin (activista de la organización Casa de las Mujeres) y Anne Marie Coriolan (de la organización feminista SOFA).