Viernes, 29 de enero de 2010 | Hoy
PANTALLA PLANA
La más flexible de las instituciones no pierde vigencia en la pantalla que sigue de cerca con qué nuevas piezas se construyen ahora los entramados familiares.
Por Moira Soto
En los albores de los ’60, los integrantes de la familia Falcón estaban, según el tema que acompañaba los títulos, “juntitos, juntitos, un padre con su esposa, cuatro hijos y hasta un tío solterón...” (pero no gay, desde luego); a comienzos de los ’70, Los Campanelli se desvivían por demostrar que “no hay nada más lindo que la familia unida”. Varias décadas después de esos éxitos televisivos, las familias de la TV, tanto local como extranjera, con mayor o menor sinceridad, se han ido quitando algunas caretas. Por ende, lo previsible ahora es que esos grupos ligados por la sangre o por alianzas matrimoniales sean más o menos disfuncionales y tirando a políticamente incorrectos, estribillos a los que se suele recurrir con cierto automatismo, dando por sentado que se trata de conceptos elogiosos.
Series dramáticas sobre sagas familiares de los últimos años, como Six Feet Under o Brothers & Sisters –además de destapar resentimientos, traiciones, secretos antaño inconfesables– sumaron a sus filas al menos a una pareja gay oficializada, e incluso en la sitcom para todo público fue posible encontrarse naturalmente con personajes homosexuales (en Mad about You, por caso, el protagonista tenía una hermana lesbiana –impagable Cynthia Harris–). Y, por supuesto, Los Simpson no desdeñaron el gay touch a través de roles como el de Smithers, enamorado sin remedio del señor Burns, y de Patty Bouvier, hermana mayor de Marge que tardó sus buenos años en salirse del ropero (amén del beso que Homero imaginó entre su esposa y una amiga lesbiana, Lindsay).
El viernes pasado se estrenó, por Cityfamily (Moviecity Pack), Familia moderna, una creación de Christopher Lloyd y Steven Levitan que recurre al formato del falso documental, bastante explotado en la última década en la ficción televisiva. En este caso, la inspiración –o el plagio, según algunas publicaciones francesas– proviene de la primera temporada de Fais pas ci, fais pas çà, sitcom escrita por Anne Gaffieri y emitida por France 2, estrenada en septiembre de 2007, que presentaba a dos familias que aceptaban el rodaje que documentaría su vida de todos los días, además de responder cada personaje preguntas a cámara. También los grupos familiares de la reciente serie de ABC admiten ser filmados para un presunto doc, aunque la novedad (respecto de Fai pas ci...) es que tenemos aquí a una simpática pareja masculina formada por el paliducho pelirrojo de barbita Mitchell y el rollizo, conciliador Cameron (ambos en la imagen), quizá más cerca del estereotipo en su expresividad y gustos. En el primer capítulo, vuelven de Vietnam donde adoptaron a Lily, una beba de pocos meses. Mitchell (Jesse Tyler Ferguson) es hijo de Jay (Ed O’Neill, de Casados con hijos), señor bien maduro matrimoniado hace pocos meses con la temperamental latina Gloria (Sofia Vergara), que tiene un hijo de unión anterior, Manny, de 11 (Rico Rodríguez, un hallazgo). Las dos parejas están muy unidas a Phil (Ty Burnell, brillante) y Claire (Julie Bowen), padre y madre de dos chicas de 13 y 15 y de un chico de 9. Papá Phil, pisando de puntillas los 40, se pasa un poco de majadero en esto de querer ser amiguete de su prole, cancherea, busca empeñosamente complicidad y termina por resultar un pelín lastimoso. Mientras que mamá Claire, la que tuvo una juventud turbulenta, apuesta ahora a que su hija mayor no incurra en las mismas correrías que ella supo saborear...
De modo que actualmente, además de los delirantes Bluth de Arrested Development (lunes a viernes a las 10 y a las 14 por I-Sat), están en pantalla los Dunphy, los Pritchett y la pareja Mitchell & Cameron, abocados/as todos/as a sobrellevar diversas instancias de la vida diaria y a confesarse a cámara durante los 22 episodios de esta temporada.
Jesse Tyler Ferguson, intérprete del modoso, circunspecto Mitchell, asegura que le encanta estar en “esta parodia de doc desprejuiciada y divertida que sin embargo a veces se pone –odio usar esta palabra– muy dulce”. Como gay activista por la igualdad de derechos, Jesse cree que “es fantástico que se haga una comedia familiar de tanta repercusión, con este enfoque, presentando roles de gays creíbles, comunes y corrientes”. El actor se reconoce fan de comedias como Will & Grace, “pero se trata de homosexuales musculosos, bronceados, muy guapos. Y en Familia moderna estamos Eric Stonestreet, pasado de peso, y yo, con ese aspecto más bien opaco, ambos como padres primerizos de una nena, dando pie a momentos tiernos y otros desopilantes. Sí, como era de prever, hubo algunas reacciones indignadas alegando que no era una temática para una sitcom familiar. Provienen de la misma gente que se siente incómoda con la homosexualidad en general y no se atreve a reconocerlo. Ojalá que esta serie contribuya a modificar precisamente esas mentalidades”.
Familia moderna, los viernes a las 20 por Cityfamily.
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